Esther Sabio es la madre de una joven que fue violada por su pareja y dos amigos de éste cuando la víctima era menor, y aunque la agresión sexual ya fue enjuiciada, el miércoles 11 se celebrará un nuevo juicio por amenazas a la chica en el que volverá a ser juzgado su exnovio. "Lo único que quiero es que se haga justicia", afirma.
"Después de tanto tiempo, de cinco años y medio de espera, cualquier sentencia no va a ser justa, pero quiero que los condenen, que sepan lo que se siente cuando son condenados. Uno tiene ya una condena por maltrato y otra por violación, pero el otro acusado no tiene nada. Ya solamente pido que los condenen, me da igual que entren en la cárcel o no", dice Sabio en declaraciones a EFE.
Asegura que no hay indemnización o dinero que pague lo que ha pasado. "Teniendo en cuenta que no se ha terminado de pagar la indemnización por la violación... Los 30.000 euros los han pagado como ellos han querido, pero los intereses todavía no, se han quedado perdidos por el aire", lamenta.
A pesar de la lucha de esta familia, afirma que volvería a batallar y anima a las víctimas como su hija a denunciar. "Dejé de creer en la justicia hace mucho tiempo, pero que los condenen por amenazas de muerte y de volver a violarla, y que tengan cuidadito, porque se puede reabrir el otro caso".
La calificación del fiscal, consultada por EFE, señala que la víctima y el acusado A.M.P. fueron novios hasta el año 2015, cuando el joven fue condenado por el Juzgado de Menores de Almería por maltrato en el ámbito de la violencia de género contra la víctima.
Según la fiscal, entre las 17:00 y las 18:00 horas del 11 de mayo de 2019, A.M.P. se encontraba con su amigo J.M.M.L. en un festival de música que se celebraba en el recinto ferial de la capital almeriense.
Los jóvenes se encontraron con la víctima y A.M.P. la miró de "manera desafiante" y le hizo "el gesto de cortarle el cuello" con "ánimo de amedrentarla y causarle temor".
La fiscal mantiene que acto seguido se acercó a ella J.M.M.L. para decirle al oído: "te vamos a volver a violar", lo que unido a lo anterior provocó que la perjudicada saliese del recinto ferial en "estado de nerviosismo".
Destaca el "estado de nerviosismo ante la angustia y desasosiego que le causaron las expresiones proferidas por ambos acusados ante su ilícito propósito de atentar contra su vida y libertad sexual", y asevera que sufrió trastorno de estrés postraumático, entre otros.
Acusa a ambos como presuntos autores de un delito de amenazas no condicionales, con la agravante de parentesco en el caso de A.M.P., e interesa sendas penas de 25 meses de cárcel, órdenes de alejamiento de 500 metros durante cuatro años y el pago de indemnizaciones por un total de 3.900 euros.
Además de la condena por malos tratos aludida por la fiscal en su escrito de acusación provisional, A.M.P. ya fue condenado por la violación grupal de la víctima a siete años de internamiento, que cumple en un centro de menores después de que el Tribunal Supremo (TS) rechazase en noviembre del año pasado el recurso de casación contra esta pena.
En ese caso, los hechos tuvieron en mayo de 2013, cuando A.M.P. violó a la víctima con dos amigos que no han sido identificado, aunque uno de ellos tenía un tatuaje que Sabio relaciona con el que tiene en su brazo J.M.M.L.
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