El pasado miércoles, Sara, una vecina de San Fernando de 30 años con discapacidad motora, vivió una experiencia frustrante en la estación de tren de San Fernando-Centro cuando regresaba en un Cercanías desde Cádiz. Sara, quien utiliza una silla de ruedas eléctrica, se encontró con que el ascensor del andén donde paró el tren no funcionaba; ahí empezó su particular odisea...
Loli, su madre, ha explicado la situación en Radio La Isla. Relató que, tras un viaje sin ninguna advertencia sobre el estado del ascensor, descubrieron al llegar a San Fernando que este no funcionaba. "No había carteles ni avisos en la megafonía. Cuando comunicamos la situación a Renfe, nos preguntaron por qué no habíamos consultado la aplicación para el móvil, donde venía indicado que debíamos habernos bajado en Bahía Sur. Yo no frecuento el tren ni el transporte público por situaciones como esta, y no tenía instalada la app", señaló.
La solución que Renfe les ofreció fue tomar un tren con destino a Puerto Real, donde las esperaría un taxi para llevarlas de vuelta a San Fernando. Sin embargo, mientras estaban en el tren rumbo a Puerto Real, recibieron una nueva llamada informándoles que regresaran a San Fernando en un Cercanías desde la estación puertorrealeña, ya que el ascensor en el andén con dirección a Cádiz sí estaba operativo. "Se ahorraron hasta el taxi. Menos mal que pudimos coger el penúltimo tren, porque si no, ¿qué hubiera pasado?", se preguntan.
Tras casi dos horas de espera y traslados, finalmente llegaron a casa a las 23:30 horas, después de un trayecto que comenzó a las 21:15 horas. Aunque han presentado una reclamación ante Renfe y el Defensor del Pueblo, la familia sigue esperando una respuesta formal.
No es un caso aislado
No obstante, este caso no es el único. Hace unas semanas, Antonio, un joven de 31 años que también utiliza una silla de ruedas eléctrica, se enfrentó a una situación similar al bajarse del tren en San Fernando Centro alrededor de las 22:00 horas. Al ser el último tren, no tuvo la posibilidad de tomar otra combinación como hizo Sara para acceder al ascensor desde el otro andén.
Antonio llamó en tres ocasiones a la Policía Local y al 112. "Me daban largas constantemente y me ignoraban. Para colmo, los teléfonos de la estación de atención al cliente tampoco funcionaban", explica a San Fernando Información. Finalmente, alrededor de las 23:00 horas, cuatro agentes de la Policía Nacional tuvieron que levantar a Antonio y su silla eléctrica a peso por las escaleras. "Les costó mucho porque este tipo de sillas pesa muchísimo. Estoy muy agradecido con ellos, al menos me salvaron", comentó el joven.
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