La joven jerezana, Lucía Pérez Parra, sigue creciendo en su carrera en el mundo del pádel. Fue elegida mejor deportista de Jerez en la pasada Gala del Deporte de la ciudad y ahora sigue engrandeciendo su nombre fuera de nuestras fronteras. En el puesto número 94 del ranking del World Padel Tour se encuentra en casa después de dos fines de semana consecutivos jugando fuera de España.
Hace dos fines de semana, en Marsella, compitió en un FIP “e hicimos un gran torneo”. Jugó de Pareja con Ana Domínguez “y terminamos muy contentas. Nos plantamos en la final, pero la perdimos en dos sets”.
También logró un subcampeonato el pasado fin de semana en Londres en donde, con Mary Montesi de pareja, “también llegamos a la final. Perdimos en tres sets en tres horas de partido”. Aún así está “muy contenta con el nivel y el rendimiento”, sobre todo después de “haber pasado un mes complicado retirándome en varios torneos porque no me encontraba bien y me detectaron anemia. Me han puesto un tratamiento y ya puedo controlar mi cuerpo”.
Entre sus próximos objetivos está jugar “en Ceuta el próximo fin de semana y al final de mes en Roland Garrós, en París. Que para mí va a ser el torneo más importante del año”.
Queda ya el último trimestre de la temporada en el que la jerezana disputa algo más de 30 torneos durante el año. Y aquí llega el problema de este tipo de deportes, que “nos lo tenemos que costear nosotros”. De hecho, quedar subcampeonas en Londres “me hace perder 200 euros. Tenemos que pagarnos avión, hotel, desplazamientos y comida y lo que conseguimos de premio eran 480 euros que no cubre los gastos. Sale a perder esto del pádel”.
Por ahora, solo cuenta con Abacería García-Delgado, Kuikma y Clínica Beiman como patrocinadores, pero necesita un mayor impulso. En ese caso le da “pena” que “lograr el reconocimiento de ser la mejor deportista de Jerez no me haya servido de mucho” porque es muy difícil encontrar ayudas.
De hecho, en este sentido lamenta que esta año se haya quedado sin la subvención de Diputación a la que optaba cada temporada. Eran unos 650 euros que “lo que hacía era que si no llegaba a la final de un torneo al menos me permitía no perder mucho”. El problema radica en “un malentendido” después de poner en sus redes sociales “jugadora profesional de pádel” sin serlo, “porque de esto no se puede vivir y yo no me dedico a esto de forma profesional, pero ayuda a buscar patrocinadores”. Y es que la Diputación de Cádiz no ayuda económicamente a profesionales del deporte.
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