Los hechos tuvieron lugar en la zona de Pinares de San Antón, cuando, según denunció la propietaria de los animales, observó, junto a varios testigos, que sus vecinos, de 61 y 65 años, arrojaban comida, supuestamente envenenada, al interior de su parcela, acabando con la vida de un total de cinco gatos de su propiedad.
Otros tres gatos pudieron salvar la vida tras realizarles un lavado de estómago, aunque han quedado con secuelas evidentes, según han indicado en un comunicado desde la Policía Local de Málaga.
Los informes veterinarios, tras el resultado de las muestras de contenido gástrico, concluyen que la muerte de los animales se produjo por la ingesta de un tóxico, concretamente metaldehído.
Una unidad del Grupo de Medio Ambiente de la Policía Local se desplazó hasta el domicilio de los presuntos implicados, informándoles de que eran denunciados por la presunta autoría de un delito relativo a la protección de animales domésticos.
Asimismo, los policías locales pudieron comprobar que el matrimonio había sido denunciado con anterioridad por otro vecino por un presunto intento de envenenamiento de un perro de su propiedad.
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