El Comité Permanente de la Cadena Alimentaria de la UE -formado por expertos de los veintisiete Estados miembros- acordó reforzar aún más los controles a los alimentos y a los piensos procedentes de Japón, ante la catástrofe nuclear de la planta de Fukushima.
Los países apoyaron una propuesta de la Comisión Europea (CE) para bajar los límites de restos de materiales radiactivos tolerados en los alimentos (yodo o cesio).
De esta forma, se establecen unos niveles más estrictos y se igualan a los índices que las autoridades japonesas aplicaron tras el accidente nuclear.
Estas medidas se aplicarán a los productos de 12 prefecturas niponas, entre las que figuran las más afectadas por la catástrofe; todos los alimentos originarios de esas regiones serán analizados antes de salir de Japón y sometidos a un sistema de test "reforzado" cuando lleguen a la UE, según las fuentes.
Para los alimentos y piensos que provengan del resto de las regiones japonesas, la UE exigirá que adjunten una declaración que indique la prefectura de origen y se efectuarán análisis aleatorios en las fronteras comunitarias.
La UE revisará estas medidas y las endurecerá si hay nuevas informaciones sobre esta crisis nuclear que lo justifiquen.
La CE subrayó, en un comunicado, que las actuaciones aprobadas tienen carácter preventivo y destacó que hasta la fecha los controles de los países comunitarios a alimentos importados de Japón revelan niveles insignificantes de radiactividad, muy por debajo de lo que fijan las reglas.
Asimismo, el Gobierno japonés ha informado a los servicios de la CE de que las 12 regiones afectadas no están exportando casi nada.
Por otra parte, los niveles de restos de radiactividad serán revisados en un comité de expertos científicos, si es necesario, según la misma fuente.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es