Ana Peleteiro, con una marca de 14,59 metros, finalizó sexta y sin una medalla que ansiaba en la final de triple salto, en una jornada aciaga para el mediofondo español tras la eliminación de Lorea Ibarzabal y Lorena Martín en la repesca de los 800 y de Ignacio Fontes, Adel Mechaal y Mario García Romo en la de 1.500.
La atleta gallega, que aspiraba a su tercera medalla del curso tras el oro en los Europeos de Roma y el bronce en los Mundiales de pista cubierta de Glasgow, no rindió a su mejor nivel en la pista y el foso del Estadio de Francia en París.
El cielo gris, que se transformó en lluvia en una tarde fea en lo meteorológico, convirtió también en un día para olvidar el concurso de Ana Peleteiro, que, aunque comenzó bien la competición, no encontró en ningún momento ese salto que otras veces la llevó a la gloria.
La oportunidad de al menos repetir el bronce de hace tres años en Tokio 2020 era buena, sobre todo porque no estaba la principal candidata al triunfo siempre que compite, la venezolana Yulimar Rojas, lesionada. Incluso aspiraba a más, a la victoria si los astros se hubiesen alineado con ese gran salto que, en ocasiones, muchas de ellas bajo presión, es capaz de sacar.
En esta ocasión, con 14,59 metros como mejor marca, fue sexta y se quedó fuera del podio, pero cerca de las medallas, que al final estuvieron en los 14,67 de la estadounidense Jasmine Moore, bronce. Por delante la dominica Thea Lafond, campeona del mundo de pista cubierta, que llegó a los 15,02, y segunda, la jamaicana Shanieka Ricketts, que se quedó en 14,87.
La segunda jornada del atletismo en el Estadio de Francia también fue la primera jornada de las repescas en los 800 femeninos y los 1.500 masculinos.
Ninguna de las dos repescas fueron buenas para los atletas españoles, ya que la madrileña Lorea Ibarzabal y la salmantina Lorena Martín no lograron su pase a las semifinales del 800, igual que les ocurrió al también salmantino Mario García Romo, el granadino Ignacio Fontes y el catalán Adel Mechaal en 1.500.
La que más cerca estuvo de pasar a 'semis' fue la madrileña Lorea Ibarzabal, pupila de Uriel Reguero, que terminó su carrera en tercera posición con 1:59.81, a una sola centésima de su marca personal y corriendo por cuarta vez en menos de dos minutos. Solo Maite Zuñiga y Mayte Martínez han corrido más rápido que ella el 800 en unos Juegos Olímpicos.
La salmantina Lorena Martín, también entrenada por Uriel Reguero, compitió en la primera serie de la repesca y concluyó séptima con un tiempo de 2:03.04, una marca superior a la que registró el día anterior (2:02.52) en la primera carrera de la clasificación.
Esas carreras de 800 fueron en la sesión matutina. En la vespertina entraron en acción los tres mediofondistas españoles, que desde el principio se vieron sin opciones por pasar de ronda.
Mario García Romo, muy irregular durante toda la temporada, volvió a tener en París la misma despedida antes de tiempo que en el Europeo de Roma de junio.
En la ciudad francesa lo hizo por partida doble, en la primera carrera y también en la repesca, en la que terminó noveno con 3:37.01, lejos de su mejor marca del curso (3:35.31), que de inicio era la duodécima peor de los trece atletas de su serie.
Ignacio Fontes, que aspiraba a repetir la final olímpica de Tokio, no pudo cumplir su objetivo. Fue octavo con 3:35.04, cerca de su marca del año (3:34.81).
Tampoco logró pasar de ronda Adel Mechaal, que comenzó rezagado, en ningún momento encontró el ritmo a la carrera y se dejó llevar al verse sin opciones para tratar de guardar fuerzas de cara a los 5.000.
En el decatlón, Jorge Ureña concluyó vigésimo tras la disputa de las diez pruebas de las combinadas.
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