El pleno del Congreso de los Diputados vota este martes la senda de déficit acordada por el Gobierno para el periodo 2025-2027, así como el decreto anticrisis frente al alza de los precios derivada de la guerra en Ucrania, que incluye la supresión del IVA al aceite de oliva, sin que el Ejecutivo tenga cerrados los apoyos necesarios.
Socios habituales como Podemos o BNG aseguran no tener decidido el voto al considerar que el decreto anticrisis debería haber prorrogado algunas medidas básicas para colectivos vulnerables, como los descuentos adicionales para el bono social eléctrico, que solo se mantienen parcialmente porque irán retirándose progresivamente a lo largo del próximo año.
El decreto ley contempla mantener hasta el próximo 3 de septiembre la supresión del IVA al grupo de alimentos básicos, en el que se integra el aceite de oliva, así como la rebaja al 5 % de IVA de pastas y aceites de semilla.
La norma también prorroga la garantía de suministro de agua y energía a los consumidores vulnerables hasta el próximo 31 de diciembre y eleva el umbral de tributación en el IRPF a 15.876 euros anuales para eximir a quienes ganen el salario mínimo interprofesional (SMI).
El decreto desbloquea asimismo la subida salarial del 2 % prevista para este año para los empleados públicos y la actualización de la entregas a cuenta de 2024 recibidas por las comunidades autónomas y entidades locales, hasta un total 154.467 millones y 28.557 millones, respectivamente.
Senda fiscal
La senda fiscal presentada por el Gobierno al Congreso incluye un objetivo de déficit del 2,5 % del PIB para 2025, del 2,1 % para 2026 y del 1,8 % para 2027, cuyo reparto deja más margen a comunidades autónomas y entidades locales respecto a la senda vigente que les comprometía a terminar el periodo en superávit.
El acuerdo del Gobierno con los objetivos de estabilidad presupuestaria incluye el incremento del 3,2 % del techo de gasto no financiero del Estado para el próximo ejercicio, hasta 195.353 millones de euros (sin fondos europeos), del que se informa a la Cámara pero sin someterlo a su aprobación.
La ley de estabilidad presupuestaria solo establece que las Cortes Generales tienen que dar su visto bueno a las metas de déficit, con capacidad por parte del Senado para devolverlas al Gobierno si las rechaza.
Esta situación cambiará con la aprobación definitiva mañana en el pleno de otra ley, la de paridad, enmendada por PSOE y Sumar para quitar al Senado su capacidad de vetar la senda de déficit.
De esta forma, el Congreso podrá levantar el veto del Senado a la nueva senda de déficit conforme al procedimiento legislativo ordinario.
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