El cultivo del pistacho, que ha duplicado en su tercera campaña los números de su primer ejercicio, se ha convertido en una alternativa para los olivareros de Jaén, donde este producto goza de una climatología favorable y el sector se prepara para poder venderlo directamente al consumidor con su campaña "del campo a la mesa".
Con 110 toneladas, Jaén es la segunda productora de Andalucía por detrás de Granada. En las dos primeras campañas se recolectaron 50 y 75 toneladas, respectivamente.
“Son cosechas que van en aumentando porque las plantaciones son jóvenes y cada año van entrando plantaciones nuevas de producción, esperemos que la próxima siga aumentando proporcionalmente”, ha señalado a EFE Julián Navarro, presidente de la Asociación del Pistacho en Jaén, con sede en Navas de San Juan.
Prácticamente han finalizado las ventas en junio cuando ya se están preparando para el inicio de la siguiente campaña, en septiembre. "Lo curioso es que Jaén es de las zonas de España donde mejor se produce el pistacho climatológicamente, porque requiere inviernos fríos y húmedos y veranos secos y calurosos, rasgos característicos del clima mediterráneo que favorece el cultivo de pistachos”, ha destacado Navarro.
En cuanto a su comercialización, durante las tres campañas se han realizado ventas a granel en toda Europa, principalmente en países como Italia, Alemania, Austria y Francia y ahora también el Reino Unido y pequeños comercios a nivel nacional.
Sin embargo, a partir del próximo año, la Asociación pretende iniciar un proyecto de envasado del producto para incluirlo en los lineales de los supermercados de toda la provincia.
“Comenzamos el proyecto a nivel provincial, en Jaén, como alternativa o complemento al olivar, ya que la mayoría somos olivareros y decidimos buscar una segunda opción a ese pequeño terreno que nos quedaba sin cultivar. Además la maquinaria para el olivo es la misma que se utiliza para recolectar el pistacho, y la campaña comienza en septiembre después de la del olivo, buscamos así la segunda cosecha, si algún año falla una que tengamos la otra, estamos trabajando los dos cultivos”, ha destacado.
Otros productores de otras comunidades autónomas se han ido incorporando a la Asociación: “nuestro modelo es muy atractivo porque somo los propios productores los que manejamos todo el producto, hacemos todo el proceso del campo a la mesa.”
La Asociación está constituida por 300 socios propietarios de una plantación, como mínimo en cada uno de los 65 municipios de la provincia, aunque hay algunos que tienen hasta 10 plantaciones de diferentes tamaños.
El productor no tiene que ir a vender fuera de la provincia jiennense porque cuenta con una procesadora de los socios. "El pistacho es nuestro, lo recolectamos del campo, lo llevamos a procesarlo, a clasificarlo y a venderlo”, ha explicado Navarro.
El proceso de recolección depende de las zonas. Unas son más frías que otras, generalmente se inicia a primeros de septiembre, algunas zonas a últimos de agosto, cuando se ve que el fruto está maduro, al igual que el olivo, y se utilizan paraguas vibradores o máquinas manuales.
A continuación, el fruto se recolecta en los faldos o mantones, y se transporta en un camión a las instalaciones de Navas de San Juan, donde se lleva a cabo todo el proceso. "Se le quitan las hojas, los palos y se pasan a las peladoras, eliminando la vaina externa".
A continuación se clasifican en abiertos o cerrados, se separan y luego van directamente a los secaderos. "Es un producto que hay que pelarlo con agua y luego hay que secarlo para que no cree hongos. Una vez seco ya está preparado para la venta”, concluye el presidente de la Asociación del Pistacho de Jaén.
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