Misterpiro, es artista visual y urbano nacido en Madrid en 1994. (aunque con raíces familiares extremeñas), licenciado en Diseño por la Universidad Complutense de Madrid, ciudad donde reside, aunque su trabajo y sus obras le llevan a viajar por todo el mundo. Y en ese deambular, Málaga ha visto florecer estos días dos grandes murales suyos en una residencia de estudiantes de la capital.
Se trata de una propuesta que una vez más, traslada su arte abstracto, del estudio y el lienzo, a la pared en gran formato, con sus característicos colores vivos.
El artista comenta a Viva Málaga que “mi trabajo mural es, al final, una ampliación de mi obra de estudio. Yo trabajo papeles y formatos pequeños en el taller, en el estudio, y cuando paso a hacer mural, digitalizo la obra, y luego la amplio a gran escala copiándome a mí mismo”.
Y en el caso de propuesta para la Residencia de Estudiantes Livensa Living Málaga Feria ha elegido una propuesta “rompedora”: “Es una propuesta bastante rompedora para el lugar, porque eran como dos edificios grises, aunque mi obra siempre es colorida, pero era como romper un poco con las líneas rectas y gris con la paleta de color, de esta entrada a los estudiantes y al hotel. Y era una manera también de unificar y de conectar a los estudiantes con el hotel”.
Misterpiro ha agradecido especialmente que se haya aceptado su propuesta y haber podido realizarla en la capital malagueña: “Me ha molado un montón que me traigan a Málaga, porque estoy muy conectado con Málaga, tengo mucha gente aquí y tal, y ha sido muy guay”, pero también ha destacado lo que aportará su trabajo: “Pues, mira, me hace mucha ilusión, la verdad, trabajar en una residencia de estudiantes, porque es como una manera de acercar también el arte a la gente joven y a los estudiantes, de una manera súper directa, porque igual no se dan cuenta, porque lo tienen presente todos los días, y una manera también de renovar y de mirar un poco hacia el futuro y de hacer a la gente joven pensar en el arte, que muchas veces se olvida un poco”.
De sus orígenes, muy joven, en el mundo del grafiti, Misterpiro, pasó a aprobar sus estudios universitarios, para encerrarse en el estudio, y dar rienda suelta a su creación abstracta, donde destaca el uso de la acuarela, pero es la idea que luego adapta y pasa a murales como los realizados en Málaga de unos tres metros por veinte: “Es como una réplica. Cuando trabajo en la calle siempre me gusta mucho, porque es copiarme a mí mismo y además mi trabajo, que es completamente abstracto, pasa a ser figurativo porque al final me estoy copiando, y estoy copiando esas formas abstractas en formato grande y simulando esas técnicas al agua”.
Un trabajo, minucioso y prolongado, que disfruta: “Primero le doy una base de color con la pistola y luego voy trabajando con brochas. Ya no utilizo tanto espray porque, bueno, al final por comodidad y tal, y por la mezcla de colores que uso, me apaño mejor con pistolas y también porque es menos tóxico y las pinturas con las que trabajo son ecológicas, entonces el espray al final lo fui desechando, aunque ahí está. Lo sigo usando para pintar cuadros, algunas cosas”.
Son unos tres días de trabajo, para un tipo de creación la del arte urbano, que ya se ve poco como un atentado contra el patrimonio de las ciudades: “Está tan consolidado que ya no es ni vanguardia, ya ni sorprende un mural. Está evolucionando tanto y tan rápido el tema del arte urbano, arte público, que lo que te digo, pasó rápidamente el grafiti al arte urbano, sin darnos cuenta ya los murales, ya no sorprenden tanto, ya no son vanguardia”.
Es el futuro, pero también el presente: “Ahora está evolucionando todo más, como cuando haces un mural o haces una intervención en la calle, que tenga un carácter a lo mejor arquitectónico o que tenga un carácter como de instalación o algo inmersivo, o incluso combinándolo con lo digital, cada vez va evolucionando más y el mural va evolucionando también”.
En su caso, prefiere el mural interior: “A mí siempre me ha gustado trabajar el mural interior más que el exterior, porque puedo colaborar con otro tipo de artistas como son arquitectos o interioristas o decoradores de interiores y tal, entonces se le da como una vueltita más al mural”.
Una filosofía para espacios universitarios
Una característica de las residencias universitarias y otros alojamientos de Livensa es la de aplicar el arte urbano en todos sus edificios, repartidos por España y Portugal, de los que Andalucía cuenta con cuatro en Sevilla, Granada y Málaga.
Según indicó Raúl Navas, General Manager de Livensa a Viva Málaga, “hemos hecho estos artes urbanos para crear una marca dentro de Livensa Living, con el enfoque es para potenciar que somos un lugar de encuentro, de comunicación entre los residentes y huéspedes, para crear un enlace con nuestros residentes, especialmente, en todas nuestras residencias”.
Un punto diferenciador, en un mundo, el del alojamiento de estudiantes, que también cuenta con dificultades, como señala Navas ya que “en la capital malagueña: ahora mismo la tendencia de alojamiento se está complicando bastante, para media-larga estancia”, así, “hay una alta demanda, Málaga tiene muchos atractivos y estamos recibiendo a muchas personas de fuera, tanto estudiantes como turismo, por lo tanto, el alojamiento ahora mismo es una necesidad bastante alta, en la que nosotros intentamos aportar experiencias a los residentes y a los huéspedes, con actividades, formar parte de uno de los años más importantes de su vida y crear comunidad dentro de nuestro edificio, que tengan todo lo necesario aquí con nosotros”
Y es que, como reconoce, “el tema de los pisos está bastante complicado de encontrar, ya no solo encontrarlo, sino algo medianamente decente en el que queden satisfechos”.
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