Málaga

Una enorme plaga de grillos, saltamontes y langostas amenaza las cosechas en Málaga

La voz de alarma llegó desde la Junta de Andalucía el pasado 13 de junio, cuando técnicos de la institución inspeccionaron la zona y sembraron la alerta

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Dos saltamontes se posan sobre una rama de un árbol en Coín.

El agricultor Jacinto Berdaguer posa junto a sus cultivos.

Una gran plaga de grillos, saltamontes y langostas amenaza unas 400 hectáreas de cultivos en la comarca malagueña del Valle del Guadalhorce, donde desde mediados de junio decenas de miles de estos insectos arrasan con cereales y árboles frutales y generan una situación insostenible para muchos agricultores.

Coín, Alozaina y Casarabonela son los tres municipios que, por ahora, están más afectados por la presencia de hasta seis especies de estos ortópteros, que alcanzan un tamaño considerable y se reproducen con rapidez, dificultando su control en la zona.

La voz de alarma llegó desde la Junta de Andalucía el pasado 13 de junio, cuando técnicos de la institución inspeccionaron la zona y sembraron la alerta entre las comunidades agrícolas, que ya habían detectado una elevada presencia de langostas, saltamontes y grillos y grandes daños en las cosechas.

Olivar y cereales, principales afectados

"Son las típicas plagas de langosta que aparecen en las películas, se han detectado más o menos alrededor de los tres términos municipales y han sido bastante violentas por los daños que han provocado, sobre todo en el tema de cereales y en olivar", explica a EFE Benjamín Faulí, responsable de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) en Vélez-Málaga y técnico de los departamentos de frutas y hortalizas.

El nivel de afectación se establece en función de cada finca y del tipo de cultivo. El daño puede ir desde olivos que se quedan sin frutos hasta cosechas de cereales, como la cebada, que los insectos se comen literalmente.

El problema radica en que estos ortópteros ya han llegado a un ciclo de vida adulto, son "bichos grandes" con una gran capa de quitina (polímero antifúngido) que los recubre y los protege como una especie de coraza difícil de penetrar incluso con tratamientos químicos, que pueden "no ser muy efectivos ahora mismo".

Ante esta situación, Asaja ha solicitado a la Junta que se tomen medidas para compensar a los afectados económicamente por las pérdidas y la inversión en productos fitosanitarios y ha recomendado a los agricultores que notifiquen la presencia de insectos en sus terrenos y labren la tierra para evitar que los huevos de las larvas puedan nacer de cara a la próxima primavera.

"Nos preocupa porque es una situación nueva. Siempre nos han dicho los regantes y los agricultores de allí que llevan unos años viéndose, pero no con la magnitud que hemos tenido este año. Hemos visto vídeos y fotografías bastante impactantes y que recuerdan muchas veces a las películas de las plagas de Egipto", sentencia Faulí.

Una plaga "extraordinaria"

El agricultor de Coín Jacinto Berdaguer expresa a EFE su preocupación por la situación y califica esta plaga de "extraordinaria", pues es "algo que no se ha visto aquí en la vida".

Aunque él no ha experimentado pérdidas en sus naranjos, mandarinos o aguacates, sí que ha sufrido los efectos de la plaga en muchos de sus limoneros, ya pelados y destrozados, y en sus árboles americanos de nuez pacana (conocidos comúnmente como pecanas), que pierden sus hojas y flores por la alta predilección de los insectos "por lo verde".

"Yo creo que habría que ver la manera de tratar, de hacer franjas o hacer cortafuegos de la plaga o lo que sea y curar. Nosotros lo que hacemos es rozar la hierba y alguna vez en las franjas del goteo echar herbicida. Pero vamos, que en el caso de los limones, por ejemplo, se están comiendo todo el árbol", lamenta.

Como posible solución para atajar la situación, Berdaguer pide a las entidades e instituciones más control y eficacia en las medidas que se tomen, ya que "los insecticidas no son como los que habían antes" y estas plagas pueden tener un mayor "potencial de daño".

Causa desconocida

Los expertos desconocen por ahora la causa de esta inusual plaga de insectos que acecha las cosechas de esta zona de Málaga, aunque sospechan que puede estar favorecida por el cambio climático y las lluvias primaverales.

Agricultores del Valle del Guadalhorce están a la espera de nuevas medidas por parte de la Junta y de Sanidad Vegetal, que establecerá pautas para afrontar la situación y evitar daños para la temporada primaveral de 2025.

"Lo que no queremos es que se convierta en una cosa recidivante que todos los años tengamos ahí. Lo más importante es prevenir para el año que viene", concluye Faulí. 

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