Investigadores de la Universidad de Huelva y de la Politécnica de Cartagena han desarrollado un dispositivo portátil para ayudar en la evaluación remota del riesgo de caídas en personas mayores, utilizando para la captura de movimiento un sistema de hardware portátil equipado con un sensor RGB-D.
Según describen los investigadores en un artículo publicado en la revista 'Electronics' en la nube se almacena para cada paciente un conjunto de fotogramas anónimos, que representan el proceso de seguimiento del esqueleto, y una colección de secuencias de características interesantes, obtenidas a partir de evaluaciones de puntos de referencia corporales a lo largo del tiempo.
Asimismo, un panel web permite diseñar pruebas personalizadas, que incluyen los elementos típicos de las pruebas de evaluación del riesgo de caídas conocidas en la literatura, ayudando a los terapeutas a evaluar cada elemento a partir del análisis y observación de las secuencias y la representación 3D del cuerpo a través del tiempo, y a comparar los resultados de las pruebas realizadas en diferentes momentos, comprobando la evolución del riesgo de caída.
La arquitectura del software que implementa el sistema permite almacenar la información de forma segura y preserva la privacidad de los pacientes.
Ahora, los terapeutas pueden crear diferentes pruebas adaptadas a cada paciente, y los cuidadores y familiares pueden ayudar a los usuarios mayores a realizar fácilmente dichas pruebas utilizando el dispositivo portátil.
La solución cumple los objetivos relacionados con la usabilidad y la ergonomía, y es lo más inclusiva posible, considerando también cuestiones relacionadas con la sostenibilidad y el bajo consumo energético.
Los investigadores consideran necesario realizar más estudios de validación con una muestra más grande y diversa de pacientes y terapeutas para garantizar la efectividad y confiabilidad del sistema; así como recopilar información sobre la percepción de los usuarios finales.
Por último, indican que el sistema ha sido validado en laboratorio y sólo falta la última etapa del ciclo de vida del diseño centrado en el usuario, y ya se va a realizar su despliegue final en dos residencias de mayores y su correspondiente evaluación con usuarios reales desde el punto de vista de usabilidad.
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