La Guardia Civil de San Juan recibió la llamada de una mujer que, "en estado de gran temor y evidente nerviosismo", dio aviso de que estaba sufriendo en ese momento maltratos en su domicilio por parte de su marido, e informó de la dirección del inmueble. "Rápidamente" acudió la Benemérita a la dirección en un municipio del Aljarafe sevillano.
Nada más entrar en el domicilio, quedó patente la "cruda" realidad de los hechos denunciados, ya que una mujer joven, en estado avanzado de gestación, los recibió llorando mientras portaba en su mano un teléfono móvil destrozado con el que había realizado la llamada de auxilio.
La víctima dijo a los agentes que su agresor le acababa de dar una patada en el vientre y que necesitaba con urgencia recibir atención médica, pues le preocupaba el estado de su futuro hijo, ya que estaba embarazada de casi ocho meses. Por todo ello, los guardias dieron aviso a la Policía Local para que trasladara a la joven y recibiera atención médica.
Posteriormente, detuvieron al agresor, que no opuso resistencia, y lo trasladaron al cuartel. En la inspección ocular de la vivienda se observaron golpes en paredes y puertas con destrozos por toda la casa. Tras tomar declaración al marido, se le detuvo por los presuntos delitos de agresión con lesiones en el ámbito familiar y violencia de género.
"LA PATADA IBA DIRIGIDA A LA CARA"
Como eximente, el detenido dijo a los guardias que no tenía intención de golpear a su mujer en el vientre, sino que la patada iba dirigida a su cara. Una vez que regresó del centro médico, la víctima acudió a presentar denuncia ante la Guardia Civil, para lo que aportó el parte de las lesiones sufridas, señalando a los agentes que viene recibiendo maltratos constantes por parte de su marido.
De este modo, llevaba dos días sin dormir ya que, cada vez que se quedaba dormida, su marido la despertaba y comenzaba a insultarla. También relató a los guardias que el detenido la amenazaba con matar al hijo de ambos si presentaba al nacer algún defecto físico.
Se da la circunstancia de que la víctima tiene una hija de siete años sordomuda, fruto de un anterior matrimonio. Según la denuncia, también la amenazaba constantemente con matarla en caso de que denunciara el maltrato, ya que su marido practica un arte marcial y la federación lo podría expulsar.
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