Además, según fuentes judiciales, una tercera persona ha quedado en libertad pero imputada de homicidio al igual que los otros.
Por su presunta relación con los hechos fueron detenidas ocho personas, que supuestamente participaron en una pelea en la Plaza Murillo Carrera de la capital malagueña en la que J. C. C, de 37 años, resultó gravemente herido por arma blanca y murió como consecuencia de las heridas que le afectaron hígado y páncreas.
Los ocho arrestados son seis colombianos, un dominicano y un ciudadano paraguayo, que no ha pasado este último de momento a disposición del juzgado de Málaga ya que fue detenido en la estación sur de Madrid después de que un agente de paisano le escuchara mientras viajaban en autobús que estaba implicado en un apuñalamiento y que iba en un autobús hacia la capital.
Fuentes jurídicas y policiales han señalado a Efe que el autor material confeso es natural de República Dominicana y que de los siete arrestados en Málaga dos son menores.
Otros dos quedaron en libertad sin cargos al descartarse su relación directa con los hechos, tres han sido imputados de homicidio, mientras que el paraguayo Óscar Eliseo C. F, de 19 años, aún no ha pasado a disposición judicial.
La llamada indiscreta
La Policía Nacional hacía público el martes que había detenido a un joven de 19 años como presunto autor de un homicidio en Málaga después de que el arrestado contara el suceso por su móvil mientras huía en un autobús con destino a Madrid y la conversación fuera escuchada por otro viajero, casualmente un policía de paisano que alertó al 091.
Óscar Eliseo C. F. fue arrestado nada más pisar tierra en la Estación Sur de Autobuses de Madrid, en la que le esperaba un dispositivo de la Policía Nacional avisado por el agente de paisano, que viajaba en el asiento contiguo.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del lunes, cuando la sala del 091 recibió una llamada en la que un policía de paisano, que viajaba en un autobús desde Málaga comunicaba que en el asiento de al lado se encontraba otro viajero que acababa de mantener una comprometida conversación telefónica.
En la llamada, el joven informaba a su interlocutor que había tenido que huir de Málaga porque había matado a otra persona con un arma blanca.
Tras la denuncia, el jefe de la sala del 091 de Madrid se puso en contacto con sus colegas de Málaga al objeto de verificar la muerte de un joven por apuñalamiento en la ciudad andaluza.
Una vez comprobada la veracidad de la información, los agentes establecieron un dispositivo en la estación de autobuses para identificar y detener al presunto autor del apuñalamiento.
Por medio de mensajes de teléfono, el agente describió al individuo como alto, delgado, con melena corta, lisa y morena, y que vestía ropa oscura con zapatillas deportivas blancas, y les informó de que llegarían a la Estación de Autobuses de Méndez Álvaro sobre las cinco y media de la madrugada.
Además, acordó que, una vez el autobús se detuviera, se situaría detrás del implicado e indicaría a los agentes que estaban esperándole la persona a la que debían detener.
A la hora prevista, el autobús llegó a la estación y, siguiendo lo acordado, los agentes de la Comisaría de Arganzuela esperaron a que el presunto agresor recogiera su maleta para identificarle y detenerle como presunto homicida de un hombre en Málaga.
Los hechos que se le imputan sucedieron el 12 de marzo tras una pelea en la que participaron varias personas y en la que resultó herido un joven de 37 años que posteriormente falleció.
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