La organización conservacionista WWF ha advertido este lunes, cuando se cumplen siete años del incendio de Las Peñuelas -que en 2017 arrasó más de 8.400 hectáreas en el entorno occidental de Doñana-, que actualmente "muchos montes de Doñana son bombas de relojería forestales listas para arder".
En declaraciones a EFE, el coordinador de la Oficina Técnica de WWF en Doñana, Juanjo Carmona, ha apuntado que ese incendio "es uno de los más importantes registrados en Andalucía en las últimas décadas y, seguramente, por el valor de lo quemado, uno de los que mayores consecuencias socioambientales ha tenido, no solamente en Huelva, sino en España en ese período".
Tras recordar que la provincia de Huelva y, especialmente, los municipios de la comarca de Doñana "son los que ocupan los primeros puestos en cuanto a número de incendios y conatos, e incluso de hectáreas quemadas, en toda Andalucía", ha precisado que en estos últimos siete años ha habido "acciones positivas", pero también "una falta de actividad por parte de la administración en cuanto a la implementación de recomendaciones que se hicieron en aquel momento".
Buen trabajo de restauración
En el lado positivo, ha destacado los "buenos pasos" que se han dado en la restauración a pesar de que la lluvia y las altas temperaturas no han ayudado: "hay que reconocer el buen trabajo que se ha venido haciendo por parte de la dirección y los técnicos y el personal del espacio natural en este sentido, no era fácil pero creo que en perspectiva se puede decir que se ha hecho un buen trabajo y, aunque todavía no se ha acabado, se está en camino".
Sin embargo, ha añadido, han quedado pendiente tareas que podrían ayudar a enfrentar los incendios de "sexta generación" que se están registrando los últimos veranos: "Huelva es una provincia muy vulnerable al fuego y Doñana, especialmente; por tanto, hay que pensar en cuáles fueron algunas de las recomendaciones que se hicieron y que no se han llevado a cabo".
Entre ellas, ha citado un análisis de vulnerabilidad incidiendo en las nuevas condiciones y escenarios creados por el cambio climático en Doñana; hacer restauraciones más resilientes o hacer un análisis de riesgo de incendios en la zona de alto riesgo del Condado-litoral".
Medidas más allá de la extinción
"Se han de adoptar medidas que vayan más allá de apagar incendios; sabemos que a día de hoy muchos montes de Doñana son bombas de relojería forestales listas para arder, por lo tanto, medidas como potenciar la diversificación y la heterogeneidad del paisaje creando lo que se llama paisajes cortafuego, por ejemplo, es uno de los de los grandes retos que hay ahora mismo en Doñana", ha indicado.
Ha defendido que "los fuegos no se apagan con agua sino con gestión forestal y planificación territorial", y ha apostillado: "tenemos que tomar medidas de prevención y trabajar durante el año para que los incendios reduzcan ese carácter de devastador incontrolable".
"Tenemos los mejores profesionales del mundo en la extinción de incendios si bien el de Las Peñuelas demostró que cuando se dan las condiciones no solo climáticas sino también de esa falta de gestión adecuada de los montes y de los bosques no se pueden apagar", ha manifestado.
Por ello, ha recalcado que la extinción ha de ir complementada con "acciones que se recomendaron por parte de los expertos y que la administración no ha ejecutado que redundan en esa gestión más adecuada de los bosques ya que si no se trabaja en esa dirección, desgraciadamente, el incendio de Las Peñuelas se podría volver a dar".
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