La Guardia Civil de Valladolid ha desarticulado una banda de seis personas, que residían en Albacete y Córdoba y se desplazaba a Valladolid para robar cable de cobre de la red de telefonía de esa provincia, con al menos nueve hurtos y 5.000 metros sustraídos por valor de unos 44.000 euros, al que hay que sumar los daños causados a la empresa propietaria.
En un comunicado, la Guardia Civil ha detallado este viernes que la investigación se inició en febrero tras saltar una alarma por el corte de cable telefónico en la localidad de Castroverde de Cerrato, perteneciente a la comarca vallisoletana del Valle de Esgueva.
A la par, varias patrullas identificaron a tres vehículos cuando circulaban por las inmediaciones de esa localidad, que en su interior portaban herramientas y útiles como tijeras de grandes dimensiones, varios guantes de obra, cúteres o una escalera telescópica de grandes dimensiones de aluminio, aptos para ser utilizados en hechos delictivos.
Con ello se determinó que los identificados residían de manera habitual en las provincias de Albacete y Córdoba, y tenían todos antecedentes por delitos contra el patrimonio por sustracciones de cable de cobre.
La investigación posterior identificó a otras tres personas que habrían participado en los hurtos y con ello determinar que todos integraban un grupo criminal dedicado a la comisión de hechos delictivos contra el patrimonio, relacionados con la sustracción de cable de cobre de telecomunicaciones, de acuerdo a las mismas fuentes.
Las pesquisas concluyeron que los seis integrantes del grupo criminal se desplazaron en varias ocasiones hasta la provincia de Valladolid, en donde participaron al menos en nueve hurtos de cable de cobre de telecomunicaciones, con más de 5.000 metros de cable aéreo de cobre de telefonía sustraídos, valorado en unos 44.000 euros.
La banda alquilaba furgonetas de gran capacidad en una empresa de la provincia de Córdoba y con esos vehículos y un turismo particular se desplazaba hasta Valladolid, donde de madrugada procedía a los hurtos en las zonas elegidas, en áreas donde el cable transcurre por tierras de labor o monte bajo.
Cortaban el cable de tramos cortos para facilitar su transporte y manejo y luego acercaban los vehículos para cargarlo y retornar a sus lugares de residencia.
Posteriormente quemaban la cubierta plástica que protege al cable de cobre, para evitar su identificación y facilitar su trazabilidad, y realizaban la venta del material, logrando un rápido y limpio beneficio económico.
Los detenidos y las diligencias instruidas han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de Valladolid.
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