El alcalde de Cádiz, Bruno García, ha negado rotundamente “que ni este Ayuntamiento ni yo estamos presionando para que se vayan” las personas sin hogar que llevan acampados desde hace dos semanas en la galería del edificio consistorial tras el vallado de los bajos de Capuchinos.
Asimismo, ha asegurado que, “sinceramente, no me preocupa mucho la imagen de la puerta del Ayuntamiento, me preocupan más las personas”. En este sentido, ha destacado que el concejal de Asuntos Sociales, Pablo Otero, y el equipo de calle, e incluso él mismo, han atendido de manera individualizada a todas y cada una de estas personas sin hogar.
“Estamos buscando soluciones individualizadas en función de la situación de cada una de estas personas vulnerables”, remarcando que cada caso es distinto.
Además, ha remarcado que muchos de ellos han estado hasta ocho veces en el albergue, pero ha recordado que, con un censo de personas sin hogar superior al centenar y contar con solo veinte plazas, obliga a rotar. La normativa municipal lo establece de este modo, ha subrayado.
Lo que sí ha dejado claro es que “estas personas «no van a tener más privilegios que las demás por el hecho de ponerse en la puerta del Ayuntamiento, porque igual de mal está el que está pasando la noche en La Caleta o en la plaza de las Tortugas que el que está aquí abajo”.
El primer edil ha vuelto a reconocer que los recursos de los que dispone el Ayuntamiento para afrontar esta problemática no son suficientes, pero ha insistido en que “estamos en el camino” de contar con másm con nuevos equipamientos proyectos en calles Soledad y Setenil, la reforma del albergue o la ampliación a horario de tarde de la atención por el equipo de calle.
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