Los ministros de Defensa de la OTAN concluirán este viernes un nuevo plan para que la Alianza tenga más protagonismo en la coordinación de la ayuda militar a Ucrania y las iniciativas de adiestramiento de sus soldados, y ultimarán los preparativos de cara a la cumbre aliada de julio en Washington.
“Finalizaremos el plan de asistencia y formación en materia de seguridad de la OTAN para Ucrania”, afirmó el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, al inicio de la segunda y última jornada de la reunión ministerial que se celebra en Bruselas.
En esta sesión, los ministros se centrarán en la política de defensa y disuasión de la Alianza y, a continuación, participarán en el encuentro del grupo de planificación nuclear de la OTAN que se organiza una vez al año en formato de titulares de Defensa.
“Nuestra sesión de esta mañana se centrará en nuestra agenda de disuasión y defensa mientras preparamos la cumbre de Washington del próximo mes”, indicó Stoltenberg.
Según dijo, abordarán los progresos para asegurar que los planes de defensa de la Alianza “son sólidos y están listos para ser ejecutados”, y tratarán además la cuestión de la producción industrial militar “para asegurar la entrega de las capacidades críticas necesarias tanto para nuestra propia defensa como para seguir apoyando a Ucrania”.
El jueves, el político noruego avanzó que debatirían “un nuevo compromiso industrial” para “aumentar la producción militar y consolidar la cooperación a largo plazo con nuestra industria”.
Los ministros concluyen así su última reunión antes de la cumbre de Washington, en la que la Alianza conmemorará su 75 aniversario, después de celebrar el jueves un Consejo OTAN-Ucrania y participar en una nueva sesión del Grupo de Contacto de apoyo a Ucrania, que dirige Estados Unidos y en el que participa más de medio centenar de países.
De cara a la cumbre, los aliados estudian también dar luz verde a un compromiso financiero de 40.000 millones de euros al año para Ucrania, a fin de que el país exsoviético siga contando con un apoyo militar predecible en el futuro.
Preguntada por el plan para que la OTAN coordine la ayuda militar internacional a Ucrania, la ministra de Defensa neerlandesa en funciones, Kajsa Ollongren, aseguró que se trata de que el respaldo a Kiev no dependa de personas o ministros "específicos", sino que se cuente con "una estructura que funcione".
"Es para hacerlo resistente a cualquier situación", expuso ante la prensa a su llegada a la reunión.
Añadió que se trata de asegurar que incluso si la guerra en Ucrania "se prolonga durante un periodo más largo, estaremos ahí para apoyarles, y que tenemos un mecanismo de coordinación entre los países de la OTAN, así como con otros países que quieran unirse, que existirá pase lo que pase".
El titular canadiense, Bill Blair, elogió a Estados Unidos por su liderazgo a la hora de "ayudar a coordinar el apoyo a Ucrania".
"Hubo un debate sobre cómo se podría lograr una mayor coordinación mediante el nuevo plan de la OTAN. Creo que refleja nuestra resolución colectiva de seguir haciendo todo lo necesario para apoyar a Ucrania", dijo tras ser preguntado por el plan que los ministros esperan aprobar hoy.
En el plano de la disuasión y defensa, el ministro finlandés, Antti Häkkänen, confirmó que han solicitado a la OTAN presencia de efectivos aliados pese a que en el momento de su adhesión a la organización el año pasado lo habían descartado.
“Tenemos casi 900.000 soldados del Cuerpo, soldados entrenados en Finlandia, pero seguimos necesitando algún tipo de presencia de la OTAN por todas las circunstancias que puedan surgir”, indicó.
Por esa razón, dijo que han propuesto albergar un modelo a medida de Fuerzas Terrestres de Avanzada (FLF) de la Alianza y un subcomando para la guerra de componentes terrestres, que consideró que “van por buen camino”.
El ministro estonio, Hanno Pevkur, alertó por su parte de que Rusia "no cambiará" y de que la amenaza de ese país "está aumentando”.
Sobre la decisión de Hungría de rechazar implicarse en las nuevas iniciativas de apoyo a Ucrania, dijo que "tenemos que entender que cuando todos estamos en esta Alianza, también aceptamos las normas de la Alianza".
"A veces tenemos algunos puntos de vista un poco divergentes, pero en la cuestión más importante, la cuestión geoestratégica, todavía veo que hay un consenso", apuntó su homólogo letón, Andris Spruds.
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