Hablar de Málaga y Tarragona es hacerlo de dos ciudades con un recorrido histórico a la altura de pocas. Su situación geográfica, a orillas del mar Mediterráneo, así como la idiosincrasia comercializadora de sus ciudadanos, las convirtieron durante la época del Imperio Romano, en dos puntos clave de la Península Ibérica.
También son fundamentales en la historia del fútbol español Málaga CF y Gimnàstic de Tarragona. Sí, uno refundado y el otro con muy poco bagaje en Primera División, pero ambos fundamentales dentro de su ámbito provincial y regional.
Si bien la recompensa de hacer correctamente las cosas hace unos cuantos siglos era ganarse el favor de Roma, el premio que aguarda a uno de los dos en la próxima semana no tiene mucho que envidiarle. Y si no, que le pregunten a un malaguista. El ascenso a Segunda División se ha convertido en asunto de Estado para muchos equipos, conscientes de que su crecimiento va asociado a tener un hueco en el fútbol profesional.
Para ello, el primer paso habrá que darlo este sábado 15 de junio desde las 20.30 horas. La Rosaleda será el coliseo que acoja una batalla titánica entre dos equipos que han hecho méritos para subir de categoría, como apuntaba Sergio Pellicer en sala de prensa.
Este jueves anunció el club que habrá 'sold out' en Martiricos. La última remesa de entradas se agotó en pocas horas y todo apunta a que se vivirá un ambiente espectacular, con una afluencia superior a los 29.042 espectadores que abarrotaron El Templo en la victoria ante el Celta Fortuna.
También se espera un recibimiento a la altura. Poco ha parecido importarle al aficionado promedio que, dos horas y media, debute la Selección Española en la Eurocopa. El autobús entrará al estadio bajo un manto blanquiazul que lo llevará en volandas una vez el colegiado señale el inicio del partido.
Todos están disponibles para este partido. La única duda se encuentra en Genaro, que ha estado entre algodones durante la semana por un golpe en el talón derecho. Este jueves entrenó y su disponibilidad la marcará la práctica del viernes.
La dinámica es positiva, el ambiente fantástico y Malaca -dicho sea de paso-, mejor que Tarraco. Un último paso y, como diría el base del Unicaja Kendrick Perry, "job's finished".
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