La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a un guardia civil a dos años de cárcel y a pagar una indemnización de 12.000 euros por estafar a un compañero al que robó datos personales para pedir préstamos y contratar líneas telefónicas por un valor total de 36.000 euros.
La sentencia de la Sección 15 de la audiencia madrileña, a la que ha tenido acceso EFE, le condena por un delito continuado de estafa, un delito continuado de falsedad en documento público y un delito de descubrimiento y revelación de secretos, apreciando la atenuante de dilaciones indebidas.
Le condena a dos años de cárcel, al mismo tiempo de inhabilitación como agente, a pagar una multa de 1.980 euros, a indemnizar a una empresa de préstamos con 18.400 euros y a indemnizar al acusado con 12.000 euros.
La Fiscalía le acusaba inicialmente de un delito continuado de falsedad en documento oficial y mercantil en concurso con un delito de estafa por los que pedía 3 años de cárcel e inhabilitación para ser agente, y en las conclusiones finales del juicio añadió un delito de revelación de secretos por el que solicitó 15 meses de prisión y una multa de 5.400 euros.
La sentencia considera probado que el acusado es guardia civil de profesión y en 2017 compartió destino con la víctima en la vigilancia del Ministerio de Educación en Madrid, lo que aprovechó para apoderarse de documentación personal del compañero como su DNI, nóminas y declaraciones de la renta, que la víctima guardaba escaneadas en su ordenador y en un USB.
Su objetivo era "obtener préstamos personales que él no podía obtener a su nombre por encontrarse en la lista de morosos de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito", dice la sentencia.
El acusado modificó las nóminas del compañero y "guiado por un ánimo de lucro" contrató varias líneas telefónicas y préstamos bancarios por un importe total de 36.000 euros.
El tribunal rechaza que el acusado sufriera vulneración de sus derechos al haber prestado declaración sin estar en condiciones, ya que -explica- sufre un trastorno ansioso depresivo que no le impedía acudir al juicio, y así se constató en la clínica forense de los juzgados.
Y considera veraz la declaración de la víctima, que explicó cómo había sido estafado por su compañero y no se dio cuenta hasta que fue a pedir un crédito para un piso y le comunicaron que estaba en una lista de morosos, así como la de los testigos que comparecieron, entre ellos un guardia civil de Asuntos Internos que investigó al acusado.
Durante su declaración, el procesado dijo que no sabía por qué estaba en el juicio, y que no conocía al compañero que le denunció, y ha precisado que en 2017 tomaba medicación por un dolor en la rodilla y también estaba en tratamiento psicológico porque había perdido a un hijo.
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