Arsenio Rodríguez, Arsénico, lleva toda la vida explorando vías de arte a través del reciclaje. Artista desde pequeño, vino de Madrid a Cádiz con toneladas de ropa de segunda mano para montar una tienda pionera en la ciudad. Después vino lo que él mismo llama “su locura”: buscar todo tipo de materiales, sobre todo plásticos y hacer arte. Ahora necesita un descanso para coger fuerzas y seguir dando arte a la ciudad y al resto del mundo. Esto es lo que Arsenio nos ha contado:
Llevas muchos años siendo rescatador de plásticos para darles una segunda vida. ¿Cuál fue el punto de partida?
Cuando tenía la tienda de ropa de segunda mano, tenía un local pequeño y me cambié a uno más grande, ya que tenía escaparate, y lo que quería era mostrar ahí mi arte. Al tiempo, empecé a montar instalaciones con tapones y plásticos. Como había tanto plástico, cerré la tienda y monté una exposición con el tema el plástico y otros materiales que comencé a trabajar. Este material pudo cada vez más conmigo, porque como había tanto. Así que me pasé años con ello y me he ido expresando durante 18 ó 20 años con este tema.
¿Cómo definirías esta etapa?
Ha sido muy gratificante, porque nunca llegué a pensar que toda mi obra se fuera a llegar a mover por Europa, fuera de ella y poder viajar tanto. Ha sido una etapa maravillosa, la he disfrutado muchísimo, me ha dado mucho volumen tratar tanto plástico de Cádiz y llevarlo transformado en arte por Hong Kong, Doha, Milán, Francia. Muy gratificante.
¿Es una etapa que está finalizando?
No tengo muy claro si es el final. Lo que necesito ahora es descansar, porque he proyectado tantas cosas que me he saturado. Ha podido más el plástico conmigo. De momento, necesito un descanso, reciclarme y tener una etapa en la que me ilusione por cosas nuevas, a parte de seguir creando.. y a ver qué pasa. Con el tiempo, si tengo apoyo del exterior, me gustaría seguir proyectando en Cádiz, que es mi ciudad y seguir haciendo piezas importantes. Todo ello, para poder llevar la ciudad por bandera. Me gustaría también poder hacer algo grandioso para el próximo Día del Medioambiente, que es el 5 de junio.
Tus inicios fueron en Madrid. Después volviste a Cádiz.
Los años de Madrid fueron maravillosos, estuve 9 años de rebeldía, joven. Pero sabía que iba a volver a Cádiz. Cuando volví a la ciudad , más que la ciudad era volver a mi casa, aunque yo sea de Benalup y no de la capital, pero llevo toda la vida aquí. La llegada a Cádiz fue encontrarme con su luz, el mar, la comida, los vinos., la alegría. Todo eso me hacía sentir más feliz. Esta ciudad hace que aplaque mi hiperactividad.
Llegaste de Madrid con mucha ropa de segunda mano. ¿Cómo fue aquello?
Estuve viviendo es Cascorro, en pleno rastro de Madrid y ahí es donde empezó todo. Porque volví de Madrid volví con una tonelada o más de ropa. Con prendas seleccionadas maravillosas, buenas. Parecía que habían reventado los baúles de Europa y salían joyas.Cuando llegué a Cádiz yo tenía unos amigos que tenían un garito, ‘El toque de Santo’, un bar de copas y allí me propusieron montar los fines de semana fiestas de los años sesenta, y claro con todo el material que traía era muy kitsch y ahí fue donde me di a conocer. Fue tremendo porque la gente fue muy receptiva, estaba también le movimiento grunge , un tema cultural potente, mucha gente joven buscando ropa de este estilo. Fue una buena época porque también tenía más dinero, un negocio de ropa y lo disfruté mucho. Siempre me ha gustado la moda. Yo venía de Madrid de ver desfiles y moverme en esos ambientes y reunirme con gente que se ha dedicado a la estética. La segunda mano fue muy, muy estupendo.
Después montaste una tienda de una firma italiana.
Los años de la tienda nueva y vender firma italiana también fueron años muy buenos, pero yo venía de otra historia, venía del reciclaje…lo bueno, que al ser una firma tenía tallas a elegir, la segunda mano tenía la característica de que no podía elegir tallas. Pero me lo pasé mejor con la ropa de segunda mano. Con la tienda de esa firma tenía que planchar menos, lavar menos… porque la ropa de segunda mano me daba mucho más trabajo que hacer. ¿Lo bueno? Tenía escaparate y eso me daba la oportunidad de seguir mostrando mis ideas con el tema del plástico.
El tema del arte a través del reciclaje te ha interesado mucho...
Estoy en un momento de descanso con el trabajo del reciclaje. Tengo inquietud, pero estoy como un camaleón, cambiando para coger otra vez ánimos y ganas para seguir con ello. Ha sido una paliza todos estos años, con muchas botellas y mucho material reciclado: recortar con tijeras, limpiar, ensamblar... y ahora estoy por la música, disfrutando de ella.. no sé por qué. Pero ahora quiero estar conmigo mismo. He trabajado tanto, que me he dado cuenta que no he visto ni una puesta de sol, ni he dado paseos por la playa….y necesito disfrutar de las cosas. Cuando llegue septiembre, retomaré, siempre que tenga apoyo del exterior.
¿Cómo ves Cádiz ahora?
El Cádiz que veo ahora es con más turistas y cada vez menos gente de aquí. Me he ido del centro de la ciudad a la parte nueva, porque en el centro hay cada vez más turismo y cuando llega el verano da miedo esta ciudad. Hace mucha falta gente potente, interesante, creativa. No podemos estar sólo viviendo del turismo en esta ciudad.
¿Cuántos Arsenios has vivido?
Muchos. He sido muy disfrutón, por ello, cada etapa de mi vida la he disfrutado a tope porque también soy muy corazón. Ahora he llegado a un momento con más seguridad, más sabiduría. Gracias a que con mi trabajo he podido proyectar en el extranjero y España. He conectado con galerías importantes, que me han aportado muchas cosas. He tenido el apoyo de artistas de fuera que les ha gustado mi trabajo y me han dado las facilidades de proyectar en sus estudios.
¿A qué le tienes miedo?
Siempre he sido muy atrevido y no suelo mirar hacia atrás. Cuando lo hago, intento que sea para recordar cosas buenas . Pero justamente este año me he dado cuenta de cosas importantes...como que se va el tiempo, que la vida se va. Tengo ganas de seguir haciendo cosas y este año he tenido miedo al tiempo, no a la muerte, tiempo para seguir expresándome.
¿Dónde está la felicidad del artista?
Ni siquiera me he parado a pensarlo. Cuando hago algo fuera de contexto y me llega a mi, esa es mi felicidad. Crear. Conectar bien con las piezas que creo.
¿Cómo ves el Cádiz cultural?
Bueno siempre hay cosas culturales. Lo que sí veo es mucho compadreo y colaboración, no sólo en Cádiz, sino también es España. El artista tiene que cobrar. Hay que apostar por la gente de aquí, pero que se cobre. El trabajo del artista hay que respetarlo.
Háblame de tu futuro. Proyectos a medio o largo plazo.
Depende del apoyo que tenga de las administraciones, me gustaría seguir proyectando, pero necesito el apoyo. Voy a preparar proyectos nuevos. Creo que viene una nueva etapa.
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