La Plataforma de Infancia ha alertado este lunes de que la carencia material severa en niños y adolescentes ha vuelto a marcar, por segundo año consecutivo, un máximo histórico, alcanzando al 10,8 % de los hogares con menores.
Así lo recoge la organización, que aglutina a más de 70 asociaciones de infancia, en su informe "Análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida con Enfoque de Infancia 2024", que sitúa a España como el segundo país de la Unión Europea con la tasa de pobreza infantil económica mas alta (28,9 %), por detrás de Rumanía.
La 'carencia material severa' incluye factores como no poder permitirse ir de vacaciones al menos una vez al año; comer carne, pollo o pescado cada dos días; o mantener la vivienda a una temperatura adecuada.
"No ha sido un buen año", ha afirmado la autora del informe, Eva García, pues hay 116.000 niños, niñas y adolescentes más en riesgo de pobreza y exclusión social que en 2022, siendo los adolescentes el grupo con mayor riesgo de pobreza (37 %).
La autora del informe ha destacado que la tasa del 10,8 % de niños, niñas y adolescentes con carencias materiales severas es la mayor desde 2008, cuando se comenzó a recoger datos.
Implica, por ejemplo, que la pobreza alimentaria y energética se encuentra en máximos históricos: cerca de un millón y medio de menores sufren pobreza energética al no poder mantener la vivienda a la temperatura adecuada, y más de medio millón pueden estar sufriendo malnutrición, ya que no pueden tomar carne o pescado dos veces por semana.
El informe destaca que las familias monoparentales son las más vulnerables, ya que el 53 % está en riesgo de exclusión social y el 45 % está en riesgo de pobreza.
Resalta además la precaria situación de muchas familias numerosas; en hogares con tres menores de edad, el riesgo de pobreza y exclusión social alcanza al 51,7 %.
Entre los factores que incrementan el riesgo de pobreza en familias con niños, el estudio subraya el origen de los progenitores -un 73,3 % de los niños con padres de origen extranjero están en riesgo en exclusión social- y el nivel de estudios -el 76% de los menores con padres con solo estudios primarios tiene más posibilidades de pobreza-.
Por territorios , en 2023 el informe aprecia una evolución dispar de la tasa AROPE (porcentaje de personas en riesgo de pobreza y exclusión) entre niños y adolescentes, porque "no todas las comunidades autónomas van al mismo ritmo y no tienen las mismas problemáticas", ha señalado su autora.
El indicador ha aumentado en Islas Baleares (8,1 puntos porcentuales), Comunidad Valenciana (7,9), Cantabria (4,1), Andalucía (3,8), Aragón (3,6), La Rioja (3,4), Extremadura (2,6), Navarra (1,5) y Galicia (0,9).
En cambio, otras comunidades autónomas han logrado reducir la tasa, como Canarias (4 puntos porcentuales menos), Castilla-La Mancha (3,6), Principado de Asturias (3), Región de Murcia (2,6), Castilla y León (1,3), Madrid (1) y País Vasco (1).
El director de la Plataforma de Infancia, Ricardo Ibarra, ha considerado que en España no se invierte lo suficiente para luchar contra la pobreza infantil y ha insistido en la necesidad de contar con una ayuda a la crianza de carácter universal, aprobar un permiso parental remunerado de 4 meses para apoyar la conciliación e invertir en el Ingreso Mínimo Vital.
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