Banderas, carteles y tiendas de campaña son los signos de la acampada de protesta de estudiantes de la Universidad de Sevilla, organizados por la plataforma PalestinUS, ante el “genocidio” perpetrado por el Estado israelí en la Franja de Gaza. Pretenden que la US rompa “una a una” las relaciones con universidades e instituciones israelíes, así como unirse a las acampadas que se han llevado a cabo en el resto de España.
Los protestantes se manifiestan contra de la venta de armas y financiación de un estado “sionista, imperialista y genocida”. El Estado de Israel está llevando a cabo una limpieza étnica en la Franja de Gaza con el “patrocinio”, señalan, de la Unión Europea, el gobierno de España “por mucho que diga que va a reconocer al Estado de Palestina” y diversas compañías.
El asentamiento está instalado en la puerta principal del Rectorado, colindante a la calle San Fernando, a pesar de que desde la sede de la facultad se les había propuesto ocupar la zona de la Lonja. Decidieron colocarse ahí porque el área planteada no estaba tan a la vista y era un lugar “lleno de piedras y sin sombra”.
Pese a que en la asamblea fue mencionada la idea de “asalto” al Rectorado, la realidad es que la amplia mayoría de los reunidos sostuvieron la índole “pacífica” de la protesta y expresaron desacuerdo con el uso de términos “incendiarios”.
Los manifestantes podrán ir al baño
Los estudiantes y la Universidad han alcanzado un acuerdo para instalar aseos, agua y electricidad disponibles las 24 horas del día. Mientras estos se instalan, habrá acceso a los de las dependencias. Sin embargo, esto ocurre después de unas negociaciones que comenzaron con una serie de acusaciones entre ambos.
Desde el Rectorado habían lamentado la ocupación del espacio universitario, pues “atenta contra los principios básicos de la convivencia y el diálogo” en un edificio “emblemático” de la ciudad. Aseguraron además que la propuesta de cesión del espacio de la Lonja no recibió “respuesta alguna” por parte del colectivo.
Por su parte, desde PalestinUS señalaron la “imposición” del área de la Lonja fruto de una respuesta “tardía” a sus peticiones, además del cierre de los baños y la ausencia de agua y electricidad, lo que provocó un “forcejeo” entre una de las alumnas y la seguridad. Consideraban que se les estaban “negando” servicios básicos y propusieron que el rectorado estuviese presente en las asambleas públicas.
Concentración en la puerta principal
Los convocantes de la protesta proclamaron con orgullo ser los únicos en toda España en estar haciendo la acampada “en el centro” de la ciudad, lo que provoca que todo el mundo, incluidos turistas, estén “pendientes”. Invitaron a todas las personas que “quieran luchar por el pueblo palestino” a acudir a las asambleas, que se celebran en el epicentro de la acampada.
“¿Qué vas a reconocer, escombros?”. Esa pregunta dirigía uno de los estudiantes hacia el Gobierno de España, en referencia a su intención de reconocer el Estado palestino mientras sigue “colaborando” con el “genocidio” de Israel. La concentración finalizó con una serie de cánticos en solidaridad con Palestina. “Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá”, gritaban los manifestantes con ahínco.
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