El Sindicato Médico de Sevilla ha alertado de una nueva "agresión" en forma de amenazas verbales a una facultativa en el ámbito de la Atención Primaria de la provincia, esta vez en la localidad de Gerena.
Según el sindicato, sobre las 14,30 horas de la tarde de este pasado lunes, "una madre acudió de urgencias con su hija para que la pediatra la atendiese porque llevaba mal toda la mañana y, tras explorar a la niña, la médica le explicó los oportunos consejos terapéuticos y le dijo que podía volver ya a su casa al haber concluido la consulta", momento en el que "la madre, enfurecida, le dijo que no, que la consulta no había concluido y que antes quería que la niña se quedara a solas con la médica y luego se quedaría ella sola sin la niña".
La médica le explicó, según el sindicato, que "si existía un problema social, no era el sitio para solucionarlo, puesto que ya los propios servicios del ayuntamiento, según le constaba, habían tomado cartas en el asunto"; ante lo cual "el tono amenazante de la madre creció y empezó a increparle y a decirle que desde ese instante supiera que le estaba amenazando y que se cuidará mucho porque si el padre de la niña no había sido claro en alguna ocasión, ella sí lo estaba siendo y quería que supiera que lo que le estaba diciendo era una amenaza real".
Según el sindicato, "la médica tuvo que ser socorrida por sus compañeros al sufrir una fuerte crisis de ansiedad", denunciando el asunto ante la Guardia Civil.
Desde los primeros momentos, la dirección del centro se ha puesto a disposición de la agredida, quien, de momento, no se ha dado de baja a pesar de que, tal y como ha reconocido a su delegado del Sindicato Médico de Sevilla, "no está bien y no deja de revivir una y otra vez la tensión y angustia de un suceso que siempre ha vivido como algo que le ocurre a otros, pero nunca pensó que acabaría sintiendo en primera persona".
"Esta sociedad no puede permitirse que la frustración propia acabe convirtiéndose en arma arrojadiza contra quienes desde el servicio público velan por la salud. Nadie puede acudir a trabajar con la amenaza de los agresores sobre su cabeza porque acabará errando en la toma de decisiones. Ningún niño se merece acumular vivencias que ineludiblemente condicionarán su futuro y no para bien, precisamente. Todos somos responsables del futuro porque todos somos actores de la misma obra", señala el Sindicato Médico.
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