El entrenador del Sevilla, Quique Sánchez Flores, afirmó este sábado, tras la derrota ante el Villarreal (3-2), que el tercer gol del rival, anotado por Alexander Sorloth en el tiempo de prolongación, fue una “falta clarísima” del delantero noruego a un defensor sevillista, “al que empuja con los dos brazos”.
“Al árbitro le he dicho, con educación, que puede anular dos goles seguidos al equipo de casa”, comentó el técnico sevillista, en alusión al tanto invalidado minutos antes a Ramón Terrats.
Más allá de la polémica, Sánchez Flores reconoció la superioridad del Villarreal desde el primer minuto. “Nos han hecho muchas ocasiones y han tenido más intención. A pesar del empate, no estábamos contentos con el resultado”, dijo.
“Hemos tenido cerca el resultado, pese a los niveles de intensidad bajos y que ellos han sido mejores que nosotros”, insistió el preparador del Sevilla, quien valoró que su equipo “ha competido en todo momento”.
El entrenador se mostró convencido de que el Sevilla mantendrá el tono competitivo hasta el final del curso, si bien admitió cierta “incertidumbre” con lo que puede pasar “con los niveles de atención, ya que la ansiedad ha sido muy grande durante toda la temporada”.
El técnico lamentó que los seguidores del Sevilla y del Villarreal se han perdido esta temporada, por la mala imagen de la primera vuelta, “a dos grandes equipos” y deseó que el delantero Youssef En-Nesyri se quede en el Sevilla “porque es muy importante”.
“Es un jugador imperdible para nosotros. Ya lo demostró cuando no estuvo, que sólo ganamos un partido de cinco”, concluyó.
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