El español Pelayo Sánchez (Tellego, Asturias, 24 años) se emocionó tras proclamarse ganador de la sexta etapa del Giro, éxito que consideró "una locura y un sueño" que le sirvió para abrir su cuenta en carreras del World Tour.
"Esto es increíble. No tengo palabras. Este es un día loco para mí. Desde el inicio del Giro intenté ahorrar energía porque sabía que no estaba en forma para estar delante los primeros días". Así que intenté ahorrar energía para hoy y podría estar en la escapada, pero nunca me imaginé ganar la etapa. Es una locura, no tengo palabras", dijo el corredor del Movistar.
Una victoria de muchos quilates, pues se impuso en una fuga de tres a corredores ilustres como el francés doble campeón del Mundo Julian Alaphilippe y al australiano Luke Plapp, campeón nacional.
"Estaba en la fuga, así que intenté estar tranquilo y eliminar a algunos corredores. Al final, estaba con Plapp y Alaphilippe, así que intenté colaborar con ellos. También intenté dejarlos atrás, pero me fue imposible. Lo intenté en el esprint y afortunadamente al final fui el más rápido", concluyó.
En un esprint entre ciclistas ilustres, con un doble campeón mundial entre ellos, el español Pelayo Sánchez (Movistar) alcanzó un perseguido sueño alzando los brazos como ganador de la sexta etapa del Giro de Italia disputada entre Viareggio y Rapolano Terme, de 180 Kilómetros, en la que mantuvo la maglia rosa el esloveno Tadej Pogacar (UAE).
Astucia, paciencia y fuerza para la primera gran victoria en el World Tour de Pelayo Sánchez, el estreno del pelotón español en la carrera rosa, y muy especial, pues vino precedida de una fuga de tres de mucho nivel, con un remate final impresionante del asturiano. Pelayo conquistó la etapa por delante del doble campeón mundial francés Julian Alaphilippe (Soudal), al que superó son clase, y del campeón de Australia Luke Plapp (Jayco), en una jornada que se cerró con un tiempo de 4h.01.08, jornada supersónica a 44.9 km/hora.
La cuarta plaza fue para el italiano Andrea Piccolo (EF Education), a 24 segundos, mientras que el pelotón cruzó la línea a 29 con Tadej Pogacar de rosa un día más. Le escoltan en el podio provisional el galés Geraint Thomas (Ineos) y el colombiano Daniel Felipe Martínez (Bora Hansgrohe).
Fue la jornada del "sterrato", de la "mini Strade Bianche" por las pistas de tierra de la Toscana, pero esta vez con solo 11,6 km repartidos en tres tramos de grava en la parte final de la etapa. Hasta la mitad del recorrido no se movió nadie en el pelotón, no hubo licencias para las fugas. Cambió la historia en la segunda mitad, con un sube y baja sin respiro hasta meta. La "clásica" se animó con una fuga de 7 con nombres ilustres, como el francés doble campeón mundial Julian Alaphilippe, quien se apuntó a la refriega acompañado por el asturiano Pelayo Sánchez (Movistar), Matteo Trentin (Tudor), Kaden Groves (Alpecin), Plapp (Jayco), Vendrame (Decathlon) y Fiorelli (Bardiani).
Buenos rodadores y bien avenidos, dispuestos a espabilar al pelotón y al UAE del líder Tadej Pogacar, tirando en cabeza a 3 minutos de la fuga en el primer sector de tierra, en Vidritta (4.400 metros). Alaphilippe se puso en cabeza en la zona de grava, donde enseguida se formó una descomunal polvareda por el paso de los diversos vehículos de carrera.
En pleno territorio Strade Bianche, el pelotón dirigido ahora por el Ineos rebajó casi 1 minuto en el tramo terroso de Bagnaia (4.800 metros). Entre las nubes de polvo siete hombres luchaban contra el resto, camino de la Cota de Grotti (4a, 3,3 km al 4,9), donde coronaron al frente Alaphilippe, Pelayo y Plapp, con los otros rebeldes entregados. Restaba aún dos puntos claves, el primero la pista de Pievina (2.800 metros), a 16 de meta, superado por la avanzadilla con casi 2 minutos.
Había esperanzas de victoria española, a pesar de la presencia de un corredor de la calidad y experiencia de Alaphilippe, precisamente un ganador de la Strade Bianche (2019). El UAE no se esforzó demasiado en preservar la maglia rosa de Pogacar en vísperas de la crono. El australiano Plapp, a 2.33 minutos en la general, era candidato claro al jersey de líder, pero el corredor "aussie" al final se quedó con las ganas.
Los últimos 5 kilómetros de la eran especialmente duros, con la subida al Serre di Rapolano (1,2 km al 8,4%, con un paso al 20%) y luego la recta final de 450 metros con un desnivel medio del 6%. La escapada ya se iba a jugar la victoria, pero el pelotón tampoco estaba tan lejos. Sabían Pelayo, Alaphilippe y Plapp que no debían dormirse en los laureles, todos echaron una mano, hasta que comenzaron los tirones. Pelayo probó suerte a 4,5 de meta, poco después tensó el francés en medio de la locura.
Un pasillo de aficionados enloquecidos dieron color a este final de clásica. Lo probó Plapp a 1,3, y no hubo manera. Todo parecía que Alaphilippe iba a imponer los galones de la experiencia. El mosquetero galo arrancó en la recta de meta con mucha fuerza, pero le aguantó Pelayo, y luego lo superó son autoridad, de manera clara. Gran triunfo de Pelayo, quien sumó su tercera victoria profesional. este año ganó el Trofeo Pollenca-Port D'Andratx y en 2023 se estrenó en casa, en la Vuelta a Asturias. En el Wordl Tour ya se ha bautizado.
Este viernes cita con el cronómetro con un recorrido de 40,6 kilómetros entre Foligno y Perugia, un examen trascendente entre los aspirantes a la maglia rosa. La crono es llana, excepto los últimos 6,6 km de ascenso finales hasta meta con un desnivel del 4,4 por ciento.
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