Darte un paseo en coche de caballos por el Real: Es una de las experiencias más recomendables y podrás disfrutar de unas vistas de la Feria rodeado de tus amigos y familiares como nunca. Lleva abanico y bebidas refrescantes para combatir las altas temperaturas.
Escuchar flamenco en algunas de las casetas de las peñas flamencas: Es otro de los grandes reclamos de la Feria del Caballo y que cada edición deja sin palabras a los turistas que nos visitan. Hay que ir con tiempo porque se llenan, así que echa un vistazo en nuestro listado de actuaciones en directo en www.vivajerez.es.
Visitar la caseta de González Byass. No te pierdas su decoración única: Es una de las mejores bodegas de mundo, sino la mejor y, por si aún no lo sabías, la patrocinadora oficial de la Feria del Caballo. Con esta carta de presentación es complicado que pases de largo de un templete en el que su Tío Pepe, su icono más universal, sigue sorprendiendo y reivindicándose cada año.
Contemplar el momento del encendido del impresionante alumbrado tan característico de esta Feria: Es otra de sus señas de identidad, especialmente los pórticos del Paseo de las Palmeras. Presenciar el instante en el que se ilumina, y no estamos hablando únicamente de su inauguración, es otra de las recomendaciones obligadas de esta fiesta grande.
Vestirte de gitana: Si no tienes vestido de flamenca o eres de fuera, siempre va a haber algún conocido que te lo pueda prestar, porque son muchas las jerezanas que coleccionan trajes y siempre van a tener alguno que te venga bien. Si no estás cómoda, siempre puedes cambiarte cuando avance el día. Aunque a simple vista parezca aparatoso e incómodo, una vez que te lo enfundes te creará adicción y lucirás preciosa.
Baila sevillanas de toda la vida: Si hay una caseta en la que siempre vas a conseguirlo de primera esta va a ser Al Relente, (número 40), donde suenan las sevillanas y las rumbas de toda la vida: Pasa la vida, Soy libre, Un cielo de farolillos…hay muchas más, pero en esta os garantizamos que os vais a quitar el gusanillo.
Brindar con fino o rebujito: estás en la tierra del vino, no puedes cerrar la Feria sin brindar para repetir el próximo año con vino de Jerez y, por derecho, en un catavino, o con rebujito, para rebajar el sabor y el alcohol.
Sin comerte un pinchito moruno de la caseta pozo de La Víbora (número 162), los huevos rotos de la caseta de Juan Carlos, (número 158), o el jamón y la torta del casar de la caseta de la Casa de Extremadura (número 73).
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