Una vez dentro de los establecimientos, el ladrón forzaba las puertas de las habitaciones para robar las cajas de seguridad, así como las pertenencias que encontrara, tales como joyas, dinero, pasaportes, ordenadores portátiles o cámaras de fotos.
En un hotel de Málaga forzó ocho habitaciones, de las que sustrajo numerosas joyas y un equipo informático, e incluso arrancó de la pared una caja de seguridad que se llevó oculta entre sus ropas. En otro establecimiento hostelero malagueño destrozó las puertas de seis habitaciones para apoderarse de las pertenencias de los clientes.
Al detenido, que ha sido puesto a disposición judicial, se le imputa también un presunto delito de hurto en un hotel de Fuengirola en el que robó una mochila que contenía 1.332 euros en efectivo, documentación personal y tarjetas de crédito.
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