El Málaga CF estará en el playoff que comienza el primero de junio. Todavía no es matemático, pero los ocho puntos en los que aventaja al Recreativo de Huelva, a falta de nueve por jugar, hacen presagiar que será así. Más allá de ello, lo visto sobre el césped de La Rosaleda sigue dejando interrogantes en un equipo que llega a la recta final de la temporada en bajo nivel de forma.
El jarro de agua fría fue mayúsculo cuando solo habían transcurrido ocho minutos de partido. Busi encontró un incomprensible hueco entre Juande y Nelson Monte, lo que le permitió plantarse solo ante Alfonso Herrero y definir a las mil maravillas para poner el 0-1.
Hubo una especie de atisbo de rebeldía por parte de los blanquiazules conforme encajaron el gol. David Ferreiro, con un par de internadas, así como Víctor García por la banda izquierda, lo intentaban. Sin embargo, la defensa romana, muy atenta siempre, despejaba las acciones malaguistas con contundencia.
Busi intentó una osadía poco después que a punto estuvo de convertirse en el gol de la jornada. Vio a Alfonso Herrero adelantado y se atrevió con un tiro desde el centro del campo que salió por encima del larguero.
La más clara para el Málaga la tuvo Dioni Villalba poco después. Se plantó solo ante Juanpa tras un pase filtrado de Carlos Puga. Desgraciadamente, su tiro se marchó rozando el palo.
Pero si mala había sido la noticia del gol, peor fue ver cómo se retiraba Ramón en el 25' por lesión. En su lugar entró David Larrubia. Afortunadamente, el propio club informó después de que no había tenido sensación de rotura y eran simples molestias. Las pruebas posteriores darán más información al respecto.
Poco más que añadir de una primera parte en la que los boquerones volvieron a ofrecer su peor versión y el vestuario encaró el túnel de vestuarios bajo los gritos de "José María dimisión" y "Pellicer dimisión" por parte de los 16.209 congregados en La Rosaleda.
El cabreo parece que caló dentro del equipo, que entró a la segunda parte con un aire totalmente diferente, con mucha más mordiente e incisión.
Cierto es que la primera la tuvo el Mérida, despejada con una buena parada de Alfonso. El Málaga, mucho más crecido, comenzó a llegar sobre todo por las bandas. David Ferreiro era un cuchillo por la derecha. Al final, el gol llegó con una triangulación 'marca de la casa'.
Nelson tocó con Larrubia y Dani Lorenzo para que el balón acabe llegándole a Ferreiro dentro del aire. El extremo filtró un pase horizontal al área chica que Dioni remató a placer para poner el empate.
El tanto dio alas a un equipo que comenzó, ya sí, a creer en la remontada. David Ferreiro tuvo otra fantástica tras un centro desde la izquierda, pero su tiro se marchó alto. Lo intentaba el Málaga, siempre con más corazón que cabeza, aunque con una notable mejoría.
Ni la entrada de Juanpe al terreno de juego ni otras variables hicieron obrar la remontada. A la postre, un empate a uno que sigue sin apagar el incendio en el que está metido un Málaga CF que no soluciona sus problemas internos.
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