Es algo que no deja de oírse en muchos municipios cercanos y no tan cercanos. Cada vez que se habla de Conil, se acaba hablando de su empresariado que es un espejo en el que mirarse, un ejemplo a seguir. Entre las claves del éxito de la Asociación de Empresarios y Comerciantes (AEC) de nuestra localidad, siempre se menciona la unión, su unión y su afán por mejorar día a día siempre de la mano, siempre bajo el axioma que lo que es bueno para uno, lo es para todos… Y sí, es cierto… esa unión es una de sus claves, pero no la única. También es fundamental actuar con el corazón y al amparo de los principios de la solidaridad.
Unión, corazón y solidaridad quedaron reflejados en la celebración de la XXI edición de su Asamblea General. Lejos de lo que se suele pensar, erróneamente, de los empresarios, el acto estuvo lleno de emotividad, de humanidad y de agradecimientos…
La presidenta de la AEC, Lola Caro Gallardo, fue la encargada de abrir y cerrar el acto en su estreno en una asamblea general de socios, y lo hizo hablando, precisamente de la importancia de actuar desde el corazón y dejándose llevar por los sentimientos.
Pero vayamos por partes. La primera en tomar la palabra fue la alcaldesa de Conil, Inmaculada Sánchez, quien no dudó en afirmar que para el pueblo “es un orgullo contar con un sector empresarial como el que tenemos, un sector que entiende perfectamente que la unión de todos es lo que hace que todo marche bien”.
Caro insistió en que los empresarios de Conil “habéis entendido perfectamente ese concepto con el que ha llevado al modelo de la localidad a tener el éxito que tiene… porque sois un orgullo y un motor”.
La alcaldesa, que se puso a disposición de la asociación, señaló que “el Ayuntamiento solo tiene que estar a vuestra disposición, ayudando en cualquier cuestión que se nos requiera”.
Tras su intervención se procedió a la entrega de las insignias de Plata a los socios que han cumplido diez años como tales, es decir, quienes se unieron a la AEC en 2014.
Lola Caro Gallardo retomó la palabra y volvió a hablar de la importancia de actuar con el corazón porque “no hay nada más bonito que mostrar los sentimientos”, para a continuación agradecer “a los que llegaron antes” a la AEC, a “los que nos han marcado el camino” y que ahora disfrutan de su jubilación, estado que adquirieron en el transcurso de los primeros 20 años de la asociación. A todos ellos, a todas ellas, se les hizo entrega de una placa en reconocimiento a su impagable aportación al crecimiento y desarrollo no solo de la AEC, sino también del pueblo de Conil.
Otro de los grandes momentos de la asamblea llegó de la mano de Manuel Baena, presidente de la Asamblea Local de Cruz en Roja en la localidad, quien hizo entrega de un cuadro en agradecimiento al apoyo que desde siempre le ha brindado a Cruz Roja desde el empresariado local.
“Me dirijo a vosotros para expresar nuestro más sincero agradecimiento por la inestimable ayuda que hemos recibido durante estos cien años de Cruz Roja en Conil”, indicó Baena para insistir en dar las gracias por “el compromiso con nuestras causas y por estar siempre a nuestra disposición”.
Un apoyo, una colaboración, gracias a la cual Cruz Roja ha podido desarrollar una labor que siempre es fundamental y que siempre está a disposición de quienes más la necesitan, una labor con la que “hemos atendido a multitud de familias y de personas”, una colaboración que ha dado como fruto contar “con el puesto de la Casa Posta o la adquisición de ambulancias”.
Baena también destacó el hecho de que han sido muchos los empresarios y empresarias de Conil que han formado y forman parte de su voluntariado, o que no han dejado de colaborar participando en sus acciones solidarias o en la compra de papeletas de lotería, sin olvidar la importancia que tuvo el empresariado local a la hora de luchar contra los efectos de la pasada pandemia.
Por su parte, y para cerrar el acto, Lola Caro Gallardo destacó la importancia de “aportar nuestro granito de arena” para ayudar a quienes más lo necesitan y para lograr una sociedad más justa y mejor, al tiempo que alabó la “gran labor” que durante cien años viene desarrollando Cruz Roja en Conil, una organización que “es una tremenda luz cuando hay oscuridad”, de ahí que “este cuadro es todos los conileños y conileñas” y es que gracias a la solidaridad “cada día somos mejores”.
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