La leyenda urbana de que en Sevilla falta suelo calificado para la construcción de viviendas; que ese supuesto déficit es la causa de la pérdida de población de la ciudad (revertida parcialmente en el último censo) y que por eso es necesario redactar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) ha quedado seriamente tocada durante las Jornadas organizadas los días 23 y 24 de abril por Gaesco, la patronal sevillana de la construcción.
Gaesco ha celebrado en su sede dos Jornadas de trabajo consecutivas: las primeras, el 23 de abril, dedicadas a ‘Las modificaciones legislativas en el sector inmobiliario’; las segundas, el 24 de abril, han versado sobre ‘La simplificación administrativa promulgada por la Junta de Andalucía’.
En las primeras, que fueron clausuradas por el delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, Juan de la Rosa, el gerente de Urbanismo, Fernando Vázquez Marín, abordó precisamente la ´Situación, objetivos y programación de la revisión del PGOU de Sevilla’. Hay que aclarar que no se refirió a la redacción de un nuevo Plan General, sino a una revisión de áreas cuyas determinaciones urbanísticas admiten ser revisadas para responder a nuevas necesidades surgidas de la evolución socioeconómica desde 2006 a la fecha.
Hizo su exposición justo después de que el asesor técnico de Gaesco y premio Andalucía de Urbanismo, el arquitecto Eduardo Martínez Zúñiga, presentara un ‘Informe sobre la disponibilidad real de suelo edificable en los barrios de Sevilla capital’.
La conclusión del detalladísimo trabajo, distrito por distrito de la ciudad, es que el planeamiento definitivamente aprobado para diversas bolsas de suelo desde que en 2006 entró en vigor el Plan General permite o ha permitido la posibilidad de construir 48.675 viviendas, aunque obviamente es materialmente imposible hacer un seguimiento del grado de ejecución de las mismas.
Y, según el conferenciante, no es correcto suponer que todas las viviendas posibles en unidades de ejecución aprobadas definitivamente no están ejecutadas. En algunos casos se sabe que sí (por ejemplo, en el Polígono Aeropuerto, aunque todavía quedan parcelas por edificar), pero en otros de aprobación reciente, como Santa Bárbara, todavía no se han concedido licencias de obras de edificación.
Resalta el dato de que el número de viviendas protegidas con planeamiento aprobado definitivamente se eleva a 19.263. En aprobación inicial hay planeamiento para la construcción de 4.817 viviendas más; en aprobación provisional hay suelo para erigir 231; y en redacción del planeamiento, suelo para una decena.
Y como en estos dieciocho años se han sufrido dos gravísimas crisis globales, como han sido la financiera de 2008 y la de la pandemia del coronavirus de 2020, todavía hay sin tramitar planeamiento para suelo que permitiría erigir 19.810 viviendas, lo que supone algo más de la cuarta parte de las 73.543 que se previeron en el Plan General vigente.
Actualmente el número de viviendas protegidas con expediente de licencias concedidas o en tramitación se eleva a 1.764 y es destacable el bajo porcentaje de ejecución de este tipo de viviendas.
EDIFICABILIDAD
En el Plan General se aprobó una edificabilidad total de 15.276.920 m2/techo, distribuidos en 8.010.846 de suelo residencial (el 52,5% del total); 3.908.048 de terciario (el 25,5%) y 3.358.026 industrial (el 22%).
Al cabo de 18 años, aún queda por tramitar de edificabilidad 2.172.114 m2/techo de suelo residencial (el 27,11% de este tipo); 1.229.605 m2/techo de suelo terciario (el 31,45% de este tipo de suelo), y 879.132 m2/techo de suelo industrial (el 26,18% de este tipo de suelo).
Entre todas las clases de suelo queda pendiente la tramitación de planeamiento de 4.280.851 m2/techo, el 28,02%. Según Martínez Zúñiga, la falta de tramitación de algunos suelos se debe a carencias en la ejecución de infraestructuras porque los fondos que deberían haberse destinado a las mismas acabaron en las Setas de la Encarnación y el tranvía, por ejemplo.
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