Estos días en Marbella no se habla de otra cosa que no sea la fuga de Karim Bouyakhrichan, el presunto líder de la 'Mocro Maffia' que fue detenido en la Costa del Sol el pasado 10 de enero.
La fuga del considerado el mayor criminal de Países Bajos, parece haber sido el resultado de una serie de errores y confusiones burocráticas entre las autoridades judiciales españolas
Según los informes, Bouyakhrichan fue liberado accidentalmente debido a una confusión que surgió durante el proceso de su solicitud de extradición a Países Bajos. La Audiencia Provincial de Málaga lo dejó en libertad provisional, en contra del criterio de la Fiscalía, con medidas cautelares que incluían una fianza de 50.000 euros y la retirada del pasaporte.
Sin embargo, tras la decisión de la Audiencia Provincial, la Audiencia Nacional recibió una ampliación de la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) de Países Bajos, y cuando el juez citó a Bouyakhrichan para informarle sobre su extradición, ya no se presentó y se dictó una orden de detención.
La fuga de Bouyakhrichan ha puesto en relieve la necesidad de una mejor coordinación entre las diferentes ramas del sistema judicial y las Fuerzas de Seguridad del Estado.
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