Se trata, asegura Landaluce, de una buena noticia ya que, pese a los retrasos que ha venido sufriendo su ejecución desde que la salida del Gobierno del Partido Popular dejase en manos del PSOE la responsabilidad de su ejecución, la mejora asistencial al ciudadano en el ámbito laboral se convierte en una buena causa.
En el lado negativo, el diputado popular recuerda que el impulsor de la modernización de la atención de la Seguridad Social en Algeciras y su comarca fue el último Gobierno del Partido Popular en Madrid. Siendo presidente José María Aznar y ministro de Trabajo Juan Carlos Aparicio se gestó esta iniciativa, fruto de su compromiso por mejorar la calidad de la asistencia al ciudadano.
Pocos días después de la victoria del PSOE, el entonces alcalde, Juan Antonio Palacios, junto a representantes de su equipo de Gobierno y otros cargos socialistas visitaban los terrenos en los que se iba a llevar a cabo este proyecto, dando comienzo a la larga etapa de trabajos durante la cual en ningún momento ningún representante de este partido fue lo bastante coherente y valiente como para reconocer que se trataba de una apuesta del Partido Popular, a la que el Partido Socialista sólo tenía que cumplimentar el trámite de su conclusión.
Y fue a partir de entonces, continúa Landaluce, cuando la mano del PSOE se ha dejado notar. En diciembre de 2007, un mes antes de que comenzasen las obras, dirigentes socialistas anunciaban un plazo de ejecución de 18 meses y un recorte de tres millones de euros sobre los ocho planteados en inicio. Estas afirmaciones situaban la puesta en marcha de este nuevo edificio en julio de 2009. Un año y medio después, y casi ocho desde que el Partido Popular anunciara este proyecto, la realidad ha dejado patente la mano del PSOE a la hora de gestionar los intereses de los algecireños.
De cualquier forma, el candidato popular concluye mostrando su satisfacción por la labor realizada por la formación a la que representa en todo este asunto del nuevo edificio de la Seguridad Social en la ciudad que, curiosamente, se inaugura con una cita en las urnas a la vuelta de la esquina, lo que podría ser interpretado como un aprovechamiento electoral por parte del partido que sólo ha tenido que plasmar sobre el terreno el proyecto que se gestó durante los gobiernos del PP en Madrid.
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