Las copiosas lluvias registradas durante la pasada Semana Santa no cambiará, por el momento, el criterio del Ayuntamiento de Cádiz, que solo unas semanas antes decidió que no se instalarían duchas y lavapiés este verano en las playas de la capital para ahorrar agua.
El alcalde, Bruno García, ha insistido en que, “con la información que hay”, no se ofrecerá este servicio. El primer edil ha apelado a la prudencia y ha remarcado que la sequía es un problema estructural, que obliga a mirar a medio y largo plazo.
“Mucho tiene que cambiar la situación” para dar marcha atrás, ha insistido, remarcando que el equipo de Gobierno mantiene la campaña que advierte de que el agua se agota, para apelar a un consumo responsable en el hogar, y mantiene la prohibición de riego con agua potable, entre otras medidas.
Al respecto, ha recordado que el Ayuntamiento ha acordado con San Fernando el alquiler de un sistema portátil terciario para que la depuradora que comparten ambos municipios dispongan de agua regenerada para limpieza.
Finalmente, se ha remitido a las instrucciones que periódicamente dicta la Junta de Andalucía, administración competente en materia hídrica, y ha apuntado a un nuevo comité de sequía, el próximo día 24, para revisar las medidas que se han adoptado, como la reducción de la presión.
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