No era un partido más el que afrontaba el Real Jaén en su paso hacia la preparación del play off. Un encuentro de alto voltaje porque también estaba en litigio la segunda plaza del grupo y esa da la posibilidad de disputar la próxima edición de la Copa del Rey a poco que el que la ostente de el nivel necesario para competir con el resto de rivales de los otros grupos de Tercera Federación.
El Real Jaén salió en la busca de tres puntos para poner distancia de por medio con el Torre del Mar y le avisó en los primeros compases de partido. El Torre del Mar, que llegó a plantar nada más que el autobús ya buscar una contra también tuvo una ocasión para desnivelar el partido, pero era el dueño del balón el equipo de Roberto Peragón. Con profundidad ante un rival que se guarecía atrás, que solo defendía y que su misión era la de tratar de cerrar huecos y abortar todo el juego de un equipo que proponía cosas en el terreno de juego pero que no le salían en formato de gol. Más situaciones de peligro que ocasiones hasta que los pulsómetros comenzaron a dar más de 200 pulsaciones por minuto.
La entrada de Emilio Cubo cuando lo rebasaba por la banda un Óscar Lozano vertical, imperial y con un punch más que los rivales hizo saltar al público a protestar una de esas entradas que se suelen denominar criminales porque pudo costarle la lesión al del Real Jaén. Antes ya le había propinado un cabezazo y un codazo a Carlos Fernández. El árbitro solo sancionó la acción con una tarjeta amarilla ante la indignación del entrenador visitante, Alfonso Vera, que minutos después se encaró con todo el banquillo del Real Jaén cuando Pablo de Castro y Cubo chocaron en el saque de un córner. Mismo protagonista en el Torre del Mar que terminó de enervar a la afición local.
El hecho de que el Torre del Mar no quisiera jugar a la pelota y solo tratara de parar las propuestas del Real Jaén lo solventó Óscar Lozano, con una cabalgada, con esa rotura de líneas de Carlos Fernández, para dejarle desde la zona de tres cuartos de cancha espacio con el que el de Motril soltó un chutazo antológico para sorprender a Alberto Martínez y dejar las protestas del Torre del Mar para hacérselas mirar en la caseta donde apaciguar su tensión al ir por detrás en el marcador.
Eso hizo el conjunto de la Costa del sol porque en su salida quiso jugar al fútbol. Buscó un punto más o hasta dos de velocidad para darle a su juego más control y cambiar la idea de juego que era la de buscar la portería de Javi Sánchez, que hasta en un fuera de juego apareció para realizar un paradón, demostrando que estaba muy metido en el partido. El Torre del Mar buscó el área en centros al área, pero el Real Jaén también arrancó con la intención de no perder todo lo que tenía ganado y de tratar de aumentarlo, aunque para ello necesitaba un balón que no lo tenía en su posesión. Pero sí que salía en contragolpe cuando el hombre del partido, Lozano, habilitaba a Migue García que se plantó escorado ante la portería rival y chutó contra el lateral de la red.
El Torre del Mar cortaba en algunas aproximaciones la respiración de La Victoria, presionaba hasta el saque de puerta pero el Real Jaén tenía una con la salida de Fernando y la inteligencia de Muñiz al dejarla pasar que pudo haber puesto el 2-0. Pero eso rearmaba a los blancos en su crecimiento de nuevo sobre el terreno de juego, usando los huecos que le dejaba el Torre del Mar y ahí se plantaba Fernando al que derribaba en posible penalti que el árbitro sancionó con tarjeta amarilla para el delantero. Pero eso siguió espoleando a un Real Jaén que hizo el segundo cuando un magistral pase filtrado de Muñiz habilitó a Migue García, que esta vez si, incrustó el balón en la jaula del Torre del Mar con un toque de esos de jugador de clase, como la tuvo también el pase de su compañero. Una jugada de antología que dejaba al Torre del Mar con el golaverage perdido, tocado y tratando de reaccionar con los cambios por mediación de Alfonso Vera. Pero el equipo de Peragón estaba desmelenado y la entrada de Mario Martos fue en una falta en el costado del área del Torre del Mar determinante para que Fernando rematara a gol pero el colegiado viera fuera de juego y anulara el 3-0.
Pero fue casi cuando el partido estaba muerto a cinco del final para tras otro jugadón del equipo marcar en un mano a mano ante Alberto Martínez. Fernando lo celebró con su hijo. Un gol importante porque el golaverage era del Real Jaén, que se había aliado antes con la diosa fortuna y la madera repelió un disparo del Torre del Mar que es el primer rival de la zona alta de la clasificación al que le ha ganado esta temporada. Hubo hasta un momento para intentar un gol histórico de Adri Paz, pero faltaron unos metros porque de entrar, se hubiera caído La Victoria, que mientras tanto se sonreía también al ver que el Torremolinos estaba perdidendo en Huétor Tájar.
Juvenil homenajeado
Hace unos años el equipo juvenil fue eliminado porque el anterior propietario no abonó el desplazamiento para un partido en Melilla y tras dos incomparecencias descendió a las catacumbas. Esta temporada, con el trabajo desde la dirección de las categorías bases ha vuelto a la Liga Nacional, donde el año que viene jugará. Ayer le agasajó La Victoria y los dos rivales con un pasillo por el título que han logrado este año.
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