Tras un 2023 de récord, con más de 22,3 millones de pasajeros, el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol ha arrancado el año con un fuerte crecimiento que le ha aupado al tercer puesto en usuarios, después de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, gracias a que "cada vez está siendo menos estacional".
En una entrevista con EFE, el director del aeropuerto malagueño, Pedro Bendala, pronostica que en los próximos meses seguirá creciendo en pasajeros, aunque los incrementos serán "mucho más moderados" que en enero (20 %) y febrero (26,3 %).
Los 20 millones de asientos ofertados por las aerolíneas para la temporada de verano, que arranca el 31 de marzo y concluye el 26 de octubre, suponen un 10,9 % más de plazas que en 2023, y el sector turístico y del transporte están "haciendo los deberes para que se conviertan en pasajeros", indica.
El Aeropuerto de Málaga ha pasado de tener una "estacionalidad muy fuerte", como otros con gran componente turístico, a alargar la temporada alta, en la que de abril a octubre se superan mensualmente los 2 millones de pasajeros y 10.000 movimientos de aeronaves.
La "desestacionalización gradual" que se ha producido en la Costa del Sol "no está exactamente ocurriendo en todos los aeropuertos", lo que ha permitido a Málaga subirse al podio en invierno.
Pese a este logro, Bendala no cree que pueda conservar la tercera posición en viajeros -ocupada desde hace años por Palma de Mallorca- y espera que, con el paso de los meses, vuelva a su "puesto natural", que es el cuarto de la red Aena.
La frenética actividad en la infraestructura malagueña, que a partir de abril gestiona unos 500 vuelos diarios, también se refleja en el empleo: unas 9.500 personas trabajan en verano en las instalaciones, 1.000 más que en 2019, detalla. De ellas, solo medio millar son de Aena, y el resto pertenecen a unas 500 empresas del sector servicios, seguridad, construcción o transportes.
Plena recuperación del turismo británico
De la programación de asientos en verano "llama la atención" que se ha logrado la "plena recuperación" del turismo británico. Aunque el aeropuerto consiguió superar el pasado año los niveles de tráfico de 2019, su principal mercado, Reino Unido, "todavía no había alcanzado ese nivel", explica.
Otros que están "comportándose muy bien" en cuanto a disponibilidad de plazas son Alemania e Italia: "son mercados muy interesantes y con los que nos sentimos muy cómodos".
Aunque el 79 % del tráfico aéreo en Málaga es con el norte y centro de Europa, Bendala comenta la importancia de otros mercados como Oriente Medio, que son aún "minoritarios" pero dan un "barniz de internacionalización muy importante" en el "entorno mundial".
Qatar Airways anunció recientemente que operará todo el año su ruta Málaga-Doha, que hasta ahora era estacional, y United Airlines decidió adelantar este verano a mayo la operativa y ampliar frecuencias en su conexión con Nueva York, lo que supondrá triplicar su oferta de plazas respecto al pasado ejercicio.
Bendala subraya la mejora de conectividad que ofrecen "tanto al este como al oeste". Sobre las nuevas rutas de largo radio -el sector turístico aspira a vuelos directos con Miami o Houston, entre otros-, asegura que "llegarán cuando haya una demanda suficiente", y recuerda que se empieza "creando mercado a través de los grandes 'hub'".
"Si las compañías vieran que hay un número de pasajeros suficiente, se plantearían una ruta directa, pero hasta entonces no nos preocupa", asegura.
Argumenta que con una escala de unas dos horas más que un vuelo directo, Málaga tiene "garantizado" el acceso tanto a Oriente Medio y Asia (Estambul o Doha), Norteamérica (Nueva York o Montreal), Sudamérica (vía Madrid) o la mayor parte de África mediante el 'hub' de Casablanca, "casi la totalidad del mundo".
El turismo abre puertas al negocio
El momento dulce que vive la provincia de Málaga como polo de atracción de empresas, muchas de ellas tecnológicas, también "se nota" en la infraestructura: "muchas veces etiquetan a la Costa del Sol o incluso al propio aeropuerto como simplemente turístico, y a lo mejor eso responde a otra época", señala.
El turismo ha propiciado una oferta de vuelos que está "abriendo muchas puertas. De hecho, ahora mismo el 11 % de nuestros pasajeros son de negocios", apunta.
Gracias a la amplia conectividad de Málaga, "las empresas malagueñas han podido internacionalizarse, atraer talento de otros territorios y aumentar su capacidad e influencia en el mundo". Se da una "sinergia perfecta entre los sectores tecnológico y turístico", asevera.
Las mejoras que vienen: filtros y bandejas automáticas
En cuanto a las mejoras previstas, este año se va a ampliar el filtro de seguridad de la Terminal 2, que se ha reformado para ampliar su capacidad, y se abrirá si el de la Terminal 3 llega a un determinado nivel de demanda, todo ello con el fin de cumplir el compromiso de Aena de que el 98 % de los viajeros pasen este control en 10 minutos.
A medio plazo se implementarán otros sistemas innovadores, como el retorno de bandejas de forma automática, cuyo montaje podría producirse a partir de 2026.
Respecto a la capacidad de las instalaciones, su director recuerda que actualmente es de más de 30 millones de viajeros, pero eso no significa que espere a alcanzar esa cifra para responder a escenarios futuros. "Estamos siempre pensando en posibles alternativas de desarrollo", sostiene.
"Si algún día ampliamos, igual tenemos que replantearnos cómo se denominan las terminales", ahora T-2 y T-3 por la fecha en la que entraron en servicio, pero es algo que "no responde a ninguna necesidad operativa, es una única terminal todo", precisa.
La estrategia de conectividad presentada el pasado enero por la Junta aspira a incrementar la oferta global de los aeropuertos andaluces un 8 % en 2025. "No competimos, sino que somos complementarios", afirma Bendala, que incide en que el de Málaga es "la punta de lanza, por tamaño, por tradición y por nivel de servicio".
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