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San Fernando

El merecido y emotivo homenaje al "albacea" de la cutura de San Fernando

El Centro de Congresos se quedó pequeño para albergar el acto institucional para conmemorar la efemérides de la Librería García Bozano

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  • La foto de familia. -

La sala Lázaro Dou del Centro de Congresos se ha quedado pequeña este jueves para albergar el emotivo y merecido homenaje institucional organizado con motivo del centenario de la Librería García Bozano. Representantes de la vida política, empresarial, social isleña y de la provincia no han faltado a la cita con un negocio familiar que se ha convertido en uno de los pilares sobre los que durante décadas ha descansado la cultura isleña.

Fue Cristina García Guaita la encargada de iniciar el turno de palabra para dejar claro que dicho acto se ha desarrollado en señal de “gratitud” hacia la población de San Fernando que ha permitido a García Bozano celebrar su centenario.

Alma mater actual del negocio junto a su padre, Francisco de Paula García Barroso, Cristina no quiso dejar pasar la ocasión para tener palabras de cariño y gratitud a instituciones como la Armada, oficinas profesionales o comercios que han sido partícipes de esta bonita y longeva aventura profesional, sin olvidarse, claro está, de “nuestros clientes que durante varias generaciones siguen entrando en nuestra librería y siguen confiando en nosotros. Gracias por vuestra fidelidad”.

Otra pata importante en este largo camino han sido los proveedores y comerciantes, “más de uno de ellos se ha sentado en nuestra mesa a comer”, apuntaba García Guaita.

También se acordó de todos los autores y escritores que a lo largo de estos cien años de vida han depositado su confianza en ellos para la venta de sus libros. “Formáis parte de esta gran familia nuestra”, con especial cariño hacia la figura de Luis Berenguer.

Ya en el tramo final de su intervención se acordó de todos los trabajadores que durante estos años han pasado por detrás del mostrador y, por supuesto, a su padre, su madre y toda la saga familiar.

Tras sus palabras se pudo ver un emotivo video en que se recogían imágenes de las distintas épocas de dicha efemérides.   

Carmen Guaita

Fue la escritora isleña afincada en Madrid, Carmen Guaita, la encargada de glosar lo que supone que un negocio como García Bozano haya alcanzado los cien años de vida.

 “Esta tarde es para ti, Paco García Barroso, es para tu padre, Francisco García Bozano, que inició esta aventura en 1924. Y es para quien te han sabido apoyar desde el principio. Tu mujer Dori, tus hermanas, tus siete hijos entre los que se encuentran tu mano derecha Cristina ”, señalaba la escritora, y añadía que “este es un homenaje para ti que eres de la estirpe de la alta cultura. Para ti que eres albacea del talento de los escritores. Para ti que sabe qué obra puede gustar a qué persona y se la recomiendas. Para ti que lees a los clientes de la librería como lees los libros, con atención inmensa. Porque sabes que la magia de la literatura no se produce cuando el autor pone punto y final a su obra, sino cuando el librero la acerca a los lectores”.

Carmen Guaita fue desgranando paso por paso la historia de García Bozano desde que abrió sus puertas en marzo de 1924, haciendo además reseña a los numerosos hitos históricos que se dieron el año del nacimiento del negocio. En el caso de San Fernando, ese año coincidió con la apertura de la Fábrica Nacional de San Carlos.

Guaita destacó que García Bozano “adivinó la necesidad” que tenía San Fernando de contar con una tienda donde se vendieran periódicos y revistas. E hizo referencia a los inicios de Paco García Barroso en el negocio familiar con 19 años en 1955, colaborando con su padre como había hecho ya sus hermanas Angelita, Rosita y Mamen, “quienes se volcaron en la marcha de la librería con su simpatía y profesionalidad”.

Para la escritora isleña la aparición en escena de Paco trajo consigo un “impulso de modernización” que permanece vivo hasta el día de hoy.

“Estamos ante una referencia para esta ciudad, con una fidelidad a si misma que hasta la primavera de 2020, cuando nos confinó la pandemia, nunca había cerrado sus puertas en día laboral. Emprendedor por herencia, dinamizador por naturaleza, Paco tú eres la savia que hace de la Bozano un árbol vivo”, enfatizó Carmen Guaita.

Otro hito fue la apertura en 1962 del segundo local en la calle Real del que estuvo al frente Mamen García Barroso hasta el final de su vida, mientras que en 1968 se reformó la librería de la calle Rosario para convertirse en el local que se conoce hoy día. De ella es director gerente desde 1978.

También resaltó en su intervención el hecho de que en 1972 García Bozano organizase la primera Feria del Libro de San Fernando “en la Plaza del Rey con una mesa y dos cajas”, o de que en 2026 se informatizara por completo la librería.

Guaita mostró admiración ante Paco, que "ha sentido como un compromiso de librero cañaílla el destacar sus libros, acudir a sus presentaciones, conseguir sus firmas en la certeza de que el impulso de los escritores no es solo de sus agentes o editoriales, sino también de los libreros”.

Su intervención viró en ese momento hacia la figura de su hija Cristina García Guaita, por “como recuerda a su padre madrugar para llegar pronto a las distribuidoras de Sevilla y que fuesen puntuales a principio de curso los libros de texto”. Y también su “devoción” por abrir los domingos "para vender la prensa como servicio a la información y a la ciudadanía”.

La escritora tiene claro que “una dedicación como la suya no se hubiese podido llevar a cabo si un paisaje frondoso a su alrededor de amor y de hijos: su familia”, con especial relevancia sobre la figura de su mujer Dori, “que nunca ha permanecido en la sombra aunque lo hubiese querido. Es un faro que emite en plena luz”.

En ese paisaje “brillan por supuesto esos siete hijos que echaban una y dos manos en las Navidades, y atesoraban experiencias, anécdotas, risas y alegrías de esas que unen a la familia. Así fue como Cristina descubrió que compartía con su padre el amor a la librería, e incluso recuerda todavía hoy la primera venta que hizo en su vida, que fue una cartera. Porque la papelería forma también parte indispensable del negocio”.

Guaita también ensalzó la figura de Mamen García Barroso, que estuvo trabajando en la calle Real hasta 2014 en que la enfermedad le imposibilitó para ello. “Fue un apoyo incondicional a las iniciativas de su hermano, igual de emprendedora y valiente que él, en un tiempo en el que a la mujer le tocaba mantenerse un paso por detrás”.

“Ya familia han sido y son los empleados de la librería”, apunta la escritora isleña, y añade que “puesto que su fundador fue desde el primer instante creador de empleo”. Y “familia” también fueron “los proveedores, que eran capaces de sentarse a la mesa antes de emprender viaje de regreso, y allí se chupaban los dedos agradecidos y ajenos a los milagros de Dori en la multiplicación de los panes y los peces”.

Carmen Guaita siguió destacando las virtudes de García Barroso, alabando su “compromiso”, puesto que él “no ha sentido sólo la vocación de mensajero de la cultura, sino la de curador del emprendimiento. Y ha sentido como suyas las inquietudes y las necesidades de formación y ayuda mutua de todos los libreros, que han sido siempre sus compañeros y no sus competidores. Lo bueno de todo esto es que él sigue vendiendo la prensa los domingos y sigue montando los escaparates”.

 En su intervención desgranó todas las dificultades y vicisitudes que ha superado la librería García Bozano en estos cien años. Y en especial la última pandemia vivida, que hizo que “aquellos meses de confinamiento nos enseñaran lo importante que son las librerías y los comercios para que una ciudad no desaparezca. Nos dimos cuenta de que si no existen las pequeñas tiendas, no existen las calles, no tienen alma las ciudades. En buena parte, a pesar de la fascinación por internet y su velocidad intrascendente, nos gusta saber que sigue existiendo la ceremonia de mirar, tocar, ver, comprobar el grosor de un libro, darle la vuelta, leer la contraportada, ver al autor, preguntar si es bueno…, y que el librero nos los exponga mirándonos a los ojos. Humanidad”.

“Paco, a los centenares de personas que visitan tu librería, a las generaciones que distéis los libros de textos y ahora los cuentos para sus hijos y sus nietos les ha demostrado que un librero tiene que arriesgarse a comprar, a vender, tiene que servir a su entorno, no simplemente a sus gustos y creencias. Tiene que saber que hay un libro para cada lector, aunque no sea un libro para el librero. Todos los que estamos aquí sabemos que tu recompensa por estos cien años, de los cuales has llevado la antorcha en más de setenta, ha sido el camino. Tu recompensa como librero es ser librero. Ver hoy, 14 de marzo de 2024, como esa librería que hace cien años y que ha sido el sueño y la pasión de tu vida, atraviesa la tercera década del siglo XXI abierta a lo nuevo, activa, viva y al servicio siempre de sus clientes”, indicó Carmen Guaita.

Por último, se deshizo en elogios hacia su hija Cristina, que “se ha formado muy seriamente en el ámbito profesional, que ha trabajado siete años en la Casa del Libro en Sevilla y es experta en Literatura Infantil y Juvenil. Por cierto que ella ve claro que el futuro de los libros, las librerías y la literatura está precisamente ahí, en los niños y jóvenes. Y qué futuro tan claro tiene el negocio con una librera tan vocacional y valiente como su padre, a quien ella define con tres palabras sencillas: el mejor maestro. Cristina te garantiza que no perderéis la esencia, de que todo aquel que cruce el umbral de la Bozano no va a ser un número de una tarjeta de crédito, sino una persona significativa con nombre, con gustos y personalidad, no un mero consumidor, sino un cliente y un amigo”.    

Francisco García Barroso

El protagonista del día, visiblemente emocionado, Francisco de Paula García Barroso, contagió su estado de ánimo a los presentes, en especial a sus nietos y familiares, de cuyos algunos rostros brotaron alguna lagrimita.

"Quiero recordar a mi padre porque me inculcó todos los valores importantes que he procurado mantener en casi los setenta años que llevo en esta profesión: el amor al trabajo, a los libros y a saber tratar a los clientes y empleados", recordaba a su mentor, así como a todos los familiares que han trabajado en la librería.

Agradeció a su hermana Mamen, quien regentó durante muchos años la librería junto a él. Aunque reservó un recuerdo especial para la persona que "más le ha ayudado y acompañado siempre": su mujer, Dori. "Sin tu apoyo incondicional, nada de esto hubiera sido posible. Gracias, mi compañera de vida", le decía mirándola a los ojos, en el momento más emotivo de la noche.

Francisco de Paula cerró su discurso recordando a la concejala de Cultura, Pepa Pacheco, al Ayuntamiento de San Fernando, a los medios de comunicación y a la población de La Isla.

Patricia Cavada

La alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, presidió y cerró el acto dedicándole unas bonitas palabras a la centenaria y solemne librería. Tampoco dejó pasar la oportunidad de agradecer a las instituciones y personalidades que acudieron al evento.

La librería ha crecido y ha visto evolucionar San Fernando, a la vez que ha pulsado la opinión de los miles de isleños que han comprado prensa en el establecimiento. "En estos cien años en los que la librería y la ciudad han ido de la mano, han creado una memoria colectiva", apuntaba la primera edil.

"García Bozano es un pilar de la identidad isleña, convertido en una institución y algo que nos ha hecho sentir algo que nos trasciende. Y así, generación tras generación", afirmaba Cavada.

La alcaldesa parafraseó a la escritora chilena Isabel Allende para hacer referencia a la importancia que ha tenido Bozano en la culturalización de la ciudadanía isleña a través de la "igualdad de oportunidades": "La vida sería un lugar oscuro y estrecho sin libros. Leer es como mirar por ventanas que se suceden y se abren hacia un paisaje infinito, conformado por otras culturas, lenguas y saberes. En las estanterías de Bozano habita el mundo en mayúsculas", decía la alcaldesa. Enfrente de este mundo están los miles de lectores isleños que han aprendido a amar los libros y a comprender la vida gracias a ellos. "Quienes acudíamos a Bozano buscando un remedio para el espíritu, al igual que se va a la farmacia para arreglar un dolor de cabeza, sabemos lo importante que es".

Cavada hizo referencia a los profesionales y grandes personas que conforman la tienda y asesoran a los lectores, además de explicar las sensaciones que tiene al entrar por las puertas del comercio. "El olor a tinta fresca del periódico, el de las gomas de borrar, el olor a libro nuevo: eso es para muchos de nosotros esta amada librería", comentó.

La regidora cañaílla halagó cómo la marca ha sabido mantenerse en el tiempo y "abrirse un hueco en las librerías nacionales, gracias a su dedicado y minucioso trabajo".

Antes del estruendoso aplauso final de la sala principal del centro de congresos, agradeció en nombre de la ciudad a la familia Bozano por su papel en el desarrollo social y económico de San Fernando, así como por proteger y fomentar la cultura y el espíritu crítico de generaciones de jóvenes".

La Cámara de Comercio de Cádiz quiso sumarse al homenaje con la entrega de una placa a Francisco García Bozano, mientras que el hall de entrada del Centro de Congresos acogió la foto final de toda la familia.

 

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