En días pasados, un equipo de agentes sorprendió a dos ciudadanos de nacionalidad rumana con más de 60 kilogramos de piñas (de las que después se extraen los piñones) en una finca de propiedad privada situada en el término municipal de Santa Elena. Más reciente ha sido el último caso en el que se incautaron de más de cien kilos de piñas a dos personas de nacionalidad marroquí cuando se encontraban recolectando de forma ilegal (sin autorización pertinente) este aprovechamiento en el monte público “La Desesperada”, en el término municipal de Aldeaquemada.
Castro señala que, según las actas levantadas por los agentes, se han registrado a posteriori otros robos en esta zona del parque natural, donde este aprovechamiento es uno de los más populares. Los agentes han comprobado cómo en algunos rodales de pinar se han sustraído piñas en zonas de montes públicos de acceso restringido, especialmente en puntos cercanos a la autovía A-4, aunque en estos casos no se han podido localizar a los autores del robo. Algunas de las personas detenidas por la autoridad competente han señalado que la recolección ilegal de estos frutos se destinaba a compradores de nacionalidad española de Ciudad Real, razón por la cual los agentes de Medio Ambiente trabajan en estrecha colaboración con la Guardia Civil de esta provincia.
Castro señala que el aprovechamiento de piña procedente de pino piñonero tiene en Despeñaperros “uno de los pocos puntos de la provincia donde muchas familias de la zona viven de su recolección, ya que se trata de un producto de gran valor, por eso hemos extremado la vigilancia con nuestros agentes”. En los casos en los que estos robos se cometen en fincas públicas, este delito acarrea la correspondiente sanción por parte de la Junta de Andalucía, especialmente si la práctica de la recolección se ha hecho de forma incorrecta y dañina para el medio natural.
Castilla León es una de las comunidades autónomas en las que más desarrollado se encuentra el aprovechamiento de piña de pino piñonero, sobre el que pivota una auténtica industria de transformación y que esta temporada no escapa tampoco a las sustracciones, generando gran preocupación entre el sector. Los piñones procedentes de pino piñonero alcanzan un gran valor económico en el sector gastronómico, ya que son muy utilizados sobre todo en repostería, especialmente en turrones, dulces conventuales y de pueblo y también se comen al natural con sólo tostarlos. En algunas variedades, el fruto tarda en madurar tres años, de ahí la importancia de que estos robos se mantengan bajo control, ya que la espera para disponer de este manjar es larga. En muchos puntos la recolección se sigue haciendo de forma tradicional, con una vara larga en cuyo extremo se sitúa una cuchilla con la que se separa el fruto del tronco.
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