El alcalde de de Barbate, Miguel Molina (AxSí), ha trasladado su "cansancio" por tener que desmentir que se haya producido en la tarde del martes un "asalto" al cuartel de la Guardia Civil, sobre el cual ha dicho era "simplemente un altercado" producido a las puertas de estas instalaciones entre familiares de personas detenidas por los agentes y ha pedido "respeto" a la hora de informar sobre hechos como estos.
"Cuando hay un altercado, una detención, normalmente siempre ocurre en todos los municipios de España que muchas familias van a protestar y hay pequeños enfrentamientos en las puertas del acuartelamiento", ha argumentado a este repecto el alcalde en una declaración pública a los medios de comunicación.
El alcalde se ha referido con esto a los hechos ocurridos en la tarde del pasado martes, cuando una veintena de personas con diversos antecedentes se ha desplazado al cuartel de Barbate profiriendo amenazas e increpando a los guardias civiles que allí se encontraban, según informaron fuentes de la Guardia Civil a Europa Press.
"Eso es simplemente un altercado, no hay ningún asalto y lo que quiero es dejarlo muy claro y lo que pido desde aquí como alcalde es respeto a los medios de comunicación", ha dicho Miguel Molina, quien ha lamentado que llevan "dos semanas en el candelero" y que la ciudad de Barbate "merece respeto" porque estos "altercados" a las puertas de los juzgados o de la Guardia Civil "existen casi todos los días" en otras ciudades de España "y prácticamente no trasciende a ningún medio de comunicación".
El alcalde ha desmentido ciertas informaciones que hablaban de "asalto" al cuartel de la Benemérita, asegurando haber contrastado este hecho con el Ministerio de Interior y la Comandancia de la Guardia Civil.
El incidente relatado en el cuartel de la Guardia Civil de Barbate ocurrió minutos después de que una patrulla parara a un coche que circulaba a gran velocidad con cuatro ocupantes en su interior. Uno de ellos se introdujo de nuevo en el vehículo y dio un acelerón que estuvo a punto de arrollar a uno de los agentes. Estos les recriminaron el acto y los cuatro sujetos comenzaron a increparles en ese mismo lugar.
Una hora después de este suceso, unas 20 personas, entre las que se encontraban dos de los ocupantes del vehículo -- hermanos junto con otro varón y una mujer-- se personaron en el puesto de Barbate y comenzaron a increpar a los agentes.
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