La Guardia Civil ha investigado a 48 personas en una operación contra el tráfico ilícito de animales y especies silvestres en la que ha incautado 421 especímenes protegidos y 107 metros cúbicos de madera de teca procedente de Myanmar (Birmania), valorado todo ello en más de un millón y medio de euros.
La operación se ha llevado a cabo por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) del instituto armado en colaboración con el Ministerio de Transición Ecológica y en la misma se han practicado más de mil actuaciones de inspección y control en recintos aduaneros, aeropuertos, puertos, núcleos zoológicos y establecimientos de taxidermia y de anticuarios.
En las mismas se han detectado 178 infracciones administrativas, en un gran número relacionadas con la tenencia y comercialización irregular de fauna silvestre, informa la Dirección General de la Guardia Civil.
La mayoría de las infracciones son por la ausencia de permisos, marcado y otras obligaciones y hay más de 40 por incumplimiento del reglamento de la madera de la Unión Europea (UE).
Entre las actuaciones más relevantes se encuentra la incautación de 48 toneladas de brezo en Jimena de la Frontera (Cádiz) distribuidas en cuatro almacenes.
Esta especie está protegida por la normativa de Andalucía y las cepas habían sido extraídas ilícitamente del medio natural con el fin de ser exportadas a Italia para la fabricación de pipas de fumar y de elementos decorativos.
Además, en Toledo los agentes han investigado a cuatro personas relacionadas con dos núcleos zoológicos para mamíferos, aves y reptiles que tenían a la venta 67 especímenes, entre ellos un búho nival, dos guacamayos barba azul y grandes felinos como tres ejemplares de serval y otros tantos de caracal.
Asimismo, en Málaga fueron investigadas tres personas por un supuesto delito contra la fauna por la tenencia y cría ilícita de especies protegidas.
Uno de los investigados tenía en su poder diez especímenes de tortuga mora valoradas en 50.000 euros y una cabeza de león valorada en 2.000 euros sin que tuviera documentación que amparase su tenencia.
Los otros dos investigados habían puesto a la venta en internet un caparazón de tortuga verde y una piel de ocelote.
Los especímenes incautados han sido trasladados por los agentes del SEPRONA a centros de rescate.
La Guardia Civil ha contado con la colaboración de las subdirecciones generales de Bosques y de Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica, así como con el apoyo de Interpol y de la Organización Mundial de Aduanas para realizar inspecciones conjuntas que han dado como resultado la detección de infracciones penales y aprehensiones en diferentes puntos de España.
Esta operación se enmarca dentro del proyecto LIFE SATEC (enfoque estratégico para hacer frente a los delitos contra el medio ambiente) de la UE así como en las acciones contenidas en el proyecto EMPACT de Europol contra los delitos medioambientales enfocados a la protección de la vida silvestre y las masas forestales.
Fruto de estas colaboraciones agentes de la Unidad Central Operativa Medioambiental del SEPRONA han estado presentes en importantes ferias de reptiles acompañados por representantes policiales de otros países europeos.
Además, durante la fase destinada a la inspección de maderas protegidas contaron con la colaboración de un agente de la policía Judicial de Costa Rica, que participó en algunas de las inspecciones en las provincias de Valencia y Barcelona y en una de ellas se localizó la madera de teca procedente de Myanmar, que fue inmovilizada ya que su importación se encuentra prohibida en la UE.
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