El Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Sevilla, parte de la Red Andaluza de Medicina Transfusional, Tejidos y Células, ha recibido autorización para llevar a cabo investigaciones con linfocitos T genéticamente alterados en su instalación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). Este permiso, concedido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, garantiza la seguridad en el manejo, tratamiento y conservación de organismos genéticamente modificados, específicamente las células CART-19 para tratar el linfoma no Hodgkin y las CART-BCMA para el mieloma múltiple.
En este proceso están implicadas varias instituciones sanitarias de la Consejería de Salud y Consumo. Todo comienza en el servicio de Hematología del hospital Virgen del Rocío, donde se extrae selectivamente una muestra de linfocitos T a los pacientes con ambas patologías. Posteriormente, un equipo multidisciplinar, formado por el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS) y la Unidad de Producción y Reprogramación Celular (UPRC) de Sevilla integrada en la Red Andaluza de Diseño y Traslación de Terapias Avanzadas (RAdytTA), manipula estos linfocitos en la sala GMP para producir células CAR-T capaces de reconocer y destruir selectivamente células tumorales en el paciente, según explica en un comunicado.
Las CAR-T elaboradas por este equipo multidisciplinar son denominadas académicas y tienen numerosas ventajas sobre las comerciales, entre ellas disminuir considerablemente el tiempo de disponibilidad para el paciente y su costo y efectividad.
Esta nueva acreditación supone un paso más en el avance de tratamientos para pacientes graves con enfermedades de la sangre que no responden a otras terapias más convencionales. La implicación de investigadores de centros sanitarios y académicos en ensayos clínicos logrará obtener resultados terapéuticos a corto, medio y largo plazo.
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