La Guardia Civil ha informado en un comunicado de que los hechos se produjeron el pasado 9 de noviembre, cuando dos encapuchados entraron en el inmueble hasta el dormitorio donde dormía la propietaria.
Los asaltantes se abalanzaron sobre la víctima y la inmovilizaron para exigirle el dinero obtenido de una venta inmobiliaria, aunque la agredida aseguró que no se había producido la transacción.
Los agresores maniataron a la dueña de la casa y registraron su habitación, tras lo cual le sustrajeron 600 euros en efectivo y tarjetas bancarias.
Una vez que se dieron a la fuga, la víctima, de avanzada edad y que vivía sola, logró soltarse y avisó a la Guardia Civil.
Los agentes que realizaron la inspección ocular observaron que la entrada en la casa no había sido violenta, sino que los supuestos autores desactivaron la alarma y utilizaron unas llaves, por lo que dedujeron que debían de ser personas del entorno de la víctima.
La investigación determinó que las únicas personas que conocían la clave eran la empleada de hogar y su pareja sentimental, que realizaba tareas de mantenimiento en la vivienda.
Asimismo, la víctima explicó a los agentes que el día del robo no encontró una llave que siempre guardaba en el mismo lugar y que apareció al día siguiente a la llegada de ambos empleados.
La dueña de la casa agregó que la cantidad económica exigida correspondía con la señal acordada por la venta de una casa de la que sólo eran conocedora estas personas.
El pasado 17 de diciembre fueron detenidos M.C.B.D y de R.G.F., naturales de Paraguay y residentes en Algeciras (Cádiz), como presuntos autores de un delito de robo con violencia.
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