Nunca una ley fue más fiel a su enunciado. La Ley de Segunda Oportunidad hace honor a su nombre y supone un auténtico respiro, cuando no una segunda oportunidad, para aquellos que logran beneficiarse de la misma y saldar deudas que se habían convertido en mochilas muy difíciles de cargar.
El Juzgado de lo Mercantil 1 de Huelva ha dictado recientemente dos sentencias al amparo de esta ley que suponen la cancelación de 172.000 y 17.000 euros, respectivamente.
De un lado, según ha indicado el despacho de abogados Repara tu deuda, en el primer caso se trata de un onubense cuyo estado de insolvencia "se originó a raíz de la inestabilidad laboral sufrida entre los años 2006 y 2009". Así, "trabajaba a través de Empresas de Trabajo Temporal (ETTs) y para cubrir los gastos básicos, solicitó varios préstamos con la intención de devolverlos cuando su situación laboral y económica mejorase. Posteriormente, y ya como trabajador en una entidad pública, sufrió problemas de salud y no pudo asumir los préstamos solicitados anteriormente”.
Ahora,el concursado puede empezar de nuevo sin deudas tras dictar el Juzgado de lo Mercantil nº1 de Huelva el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI) en su caso, con lo que queda libre del 100% de su deuda.
Por su parte, la otra sentencia de dicho juzgado cancela la deuda de una mujer que "tuvo que solicitar varios préstamos para hacer frente a sus gastos más esenciales debido a que se encontraba en situación de desempleo. Pensaba que cuando volviera a trabajar podría asumir esos pagos. Sin embargo, cuando encontró empleo, su salario no superaba el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y no logró remontar la situación”.
Repara tu deuda comenzó su actividad como gabinete jurídico en septiembre de 2015, mismo año en el que entró en vigor la Ley de Segunda Oportunidad en España. Desde entonces hasta la actualidad ha logrado superar la cifra de 190 millones de euros exonerados a personas que proceden de las diferentes comunidades autónomas.
Según explican, el perfil de quienes acuden a este mecanismo es muy variado: padres que avalaron a sus hijos para la compra de un piso, pequeños empresarios que montaron un negocio o que realizaron en él inversiones con un resultado negativo, personas que viven complicadas circunstancias laborales o de salud, particulares que han sido víctimas de algún tipo de engaño, etc.
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