El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha dado un paso significativo en 2024 para fortalecer el sistema de prestaciones por desempleo en España, introduciendo cambios que buscan no solo ampliar la cobertura sino también facilitar el proceso de solicitud para los trabajadores en busca de nuevas oportunidades laborales. Estas mejoras llegan en un momento crucial, ofreciendo un respiro financiero a quienes enfrentan la incertidumbre del desempleo.
Aspectos clave de las nuevas medidas incluyen:
- Eliminación del periodo de espera: Ahora los trabajadores pueden solicitar la prestación por desempleo inmediatamente después de perder su empleo, eliminando el anterior requisito de esperar un mes.
- Ampliación de la cobertura: Se ha extendido la elegibilidad para incluir a un mayor número de personas, reconociendo las diversas situaciones de los trabajadores desempleados.
- Compatibilidad con salarios: Por un periodo de seis meses, los beneficiarios pueden combinar la prestación por desempleo con ingresos por trabajo, fomentando así la reincorporación al mercado laboral.
Para acceder a la prestación, es necesario haber cotizado un mínimo de 360 días. Inicialmente, el trabajador recibe el 70% de su base reguladora durante los primeros seis meses, y posteriormente, este porcentaje se reduce al 60%. La cuantía de la prestación se ajusta según el número de hijos a cargo y se basa en el IPREM, estableciendo un rango que va desde los 560 euros mensuales hasta un máximo de 1.575 euros.
La duración de la prestación está intrínsecamente ligada al tiempo cotizado por el trabajador, con un sistema escalonado que va desde los 120 días de prestación para quienes han cotizado entre 360 y 539 días, hasta los 720 días para aquellos con 2.160 días de cotización o más.
En situaciones donde los trabajadores agotan su prestación principal sin haber encontrado empleo, el SEPE ofrece opciones de subsidio por agotamiento, dirigidas especialmente a aquellos con responsabilidades familiares o a trabajadores mayores de 45 años. Este subsidio actúa como un soporte adicional para garantizar que los desempleados no se queden sin ayuda económica durante su búsqueda de empleo.
Este subsidio por agotamiento requiere un "mes de espera" desde el fin de la prestación por desempleo y es necesario estar inscrito como demandante de empleo. La cantidad recibida es fija y busca proporcionar una seguridad financiera mínima hasta que el individuo pueda reintegrarse al mercado laboral.
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