El encuentro entre miles de aficionados al baloncesto por la Copa del Rey conquistó este sábado el centro histórico de Málaga en una jornada de celebración, cánticos y buen ambiente entre visitantes de todas las partes de España.
El día soleado acompañaba y miles de personas respondieron a la llamada de la ACB para una quedada multitudinaria entre la Plaza de la Marina y la Plaza de la Constitución, con la calle Larios como hilo conductor de un festejo lleno de equipos, de colores y de variedad entremezclada.
Es una estampa llamativa. Reina la comunión entre aficionados del Unicaja que se funden con los de UCAM Murcia, los del Real Madrid con seguidores del Barça, también de BAXI Manresa, Valencia, Gran Canaria, Tenerife, Joventut Badalona, Granada, Andorra, Palencia, Girona o directamente desde Vitoria una legión de baskonistas.
En un paseo acompañando a la oleada de hinchas encontramos a Nieves y Rafa, que cuentan a EFE que vienen desde Las Palmas de Gran Canaria y es la cuarta y quinta vez que viven en primera persona una competición así. “Para mí es la vivencia de todas las peñas, te relacionas más con otras personas y es muy diferente”, dice.
“Los que somos de equipos pequeños, sobre todo, venimos a disfrutar del ambiente y del buen baloncesto. Disfrutamos de nuestro equipo primero. Si avanza, genial, y si no, a vivir la atmósfera, compartir con el resto de aficiones y conocer la ciudad”, añade Rafa.
Vivió con intensidad la eliminación del Dreamland Gran Canaria en cuartos ante el Valencia Basket en la prórroga: “Tratamos de vivirla de una forma pasional. Este año fue un subidón con el triple de Brussino en el último segundo, pero después fue una bajona porque nos remontaron”.
“¡Este año es de barbecho!”, dice uno de los nueve aficionados de un grupo de fieles al Baskonia a otro hincha del Joventut Badalona, provocando la risa de todos. Ni ‘La Penya’ ni Baskonia se clasificó para jugar en Málaga esta edición, pero han venido para disfrutar del baloncesto y, sobre todo, de la fiesta que lo rodea.
“Somos siete y venimos desde Vitoria. Llevo cinco Copas a mi espalda y este año la disfruto de otra forma porque no está Baskonia. Lo mejor es el ambiente”, cuenta, por otro lado, Ángel, que lleva junto a sus amigos una peluca grisácea que simula la coleta del entrenador Dusko Ivanovic, líder del banquillo vitoriano.
“El baloncesto es lo que me llena”. Es el sentir de Jorge, que viste una camiseta ‘taronja’ del exjugador Fernando San Emeterio. Acumula diez Copas del Rey y confía en que su Valencia Basket se alce con el título el domingo, aunque primero tendrá que superar al Madrid en semifinales.
A su lado está Tomás, que viste una camiseta del Jaén Paraíso Interior de fútbol sala y que simpatiza con el rival de su acompañante, el Real Madrid. Es su tercera experiencia copera tras Badalona y Granada: “Lo que me atrae es que todas las afición se fundan en un mismo color”, relata.
Rugen los instrumentos y la gente se anima. Uno de los artífices de poner banda sonora a las calles es Juan, enamorado del Unicaja y malagueño, que está a punto de golpear de nuevo el bombo que más resuena en Plaza de la Constitución.
Como miembro de la charanga 'Los Mihitas', mítica en el Carpena, es un asiduo en las Copas del Rey allá donde vaya su Unicaja. “Estuve en Badalona el año pasado, que ganamos, pero este año hubo sorpresa, no pudo ser. Los partidos primero hay que jugarlos”, dice sobre la eliminación de su equipo a manos del Lenovo Tenerife en cuartos.
“La Copa es esto que ves, el ambiente, las aficiones de muchos equipos que incluso ni han venido a participar”, resume. Málaga está siendo estos días epicentro de pasiones, un punto de encuentro donde el baloncesto es un fin, pero también un medio a través del que disfrutar de una ciudad compartiendo anécdotas con gente nueva.
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