El vicepresidente del Centro Andaluz tras agradecer a la dirección del establecimiento las facilidades dadas para la colocación de la placa, puso de manifiesto que entre las virtudes que atesoraba el desaparecido Cronista Oficial de prudencia, luchador incansable, sabiduría y exquisita educación, se unía la de que fue y es, la memoria de Algeciras.
En el mismo acto se puso de manifiesto el mal momento cultural y educativo que estamos viviendo y de forma especial Andalucía si tenemos en cuenta recientes informes y el sentir de la calle. De seguir así las cosas, es posible que lo cultural entre en un estado de coma irreversible.
Ante este estado de cosas, el mundo de la cultura debe reaccionar y hacer posible el interés por la misma y expandir el goce, el disfrute que para los sentidos significa sus distintas aplicaciones.
En su intervención, el representante del Centro Andaluz dijo que quizás es el momento de hablar sin complejo del tipo de educación, de tratamiento, de relaciones que recibimos de nuestros mayores porque no fue una mala herencia
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