El maridaje de cerveza se ha convertido en todo un arte en el que una combinación adecuada de cerveza y comida puede crear una experiencia culinaria inolvidable. En este artículo, vamos a tratar de llevar a cabo una breve guía de maridaje de cerveza con unos cuantos consejos que te servirán a la hora de crear tu propio maridaje cervecero.
Para maridar correctamente la cerveza hay que tener en cuenta factores como el cuerpo, el nivel de amargor, el sabor y las notas aromáticas de la bebida para encontrar el equilibrio perfecto entre la comida y la cerveza. El objetivo principal será disfrutar de una experiencia gastronómica única donde tanto la comida como la cerveza se potencien mutuamente.
El maridaje de la cerveza según su sabor
El perfil de sabor es uno de los principales valores a tener en cuenta a la hora de elegir la cerveza adecuada para el maridaje. La idea es tratar de equilibrar la intensidad del sabor de la cerveza con la de los alimentos. Aunque existen más perfiles de sabor, se puede empezar distinguiendo entre cervezas ligeras, amargas y con lúpulo, oscuras y maltosas, ácidas y afrutadas.
Cervezas ligeras
Una cerveza de tipo Lager o Pilsen es una cerveza ligera que se caracteriza por su frescura y suavidad. Es por esto que combinan muy bien con platos ligeros, ya sean pescados blancos, mariscos, ensaladas o alimentos al vapor o a la parrilla. La Pilsen va un poco más allá, ya que tiene un toque más amargo, por lo que también va muy bien con el pollo y las salchichas.
En todo momento, hay que evitar mezclar este tipo de cerveza con sabores fuertes o muy especiados. Así pues, recomendamos mejor combinarla con platos un poco grasos o dulces para crear el equilibrio perfecto entre comida y bebida.
Cervezas amargas y con lúpulo
Las cervezas amargas y lupuladas, como la IPA (o India Pale Ale), combinan perfectamente con platos picantes y carne grasa, ya que el amargor de la bebida le da equilibrio al sabor picante.
De esta forma, es posible maridar tu cerveza artesana favorita de perfil lupulado con alitas de pollo picantes, carnes a la parrilla, hamburguesas, platos que lleven curry, etc. También puedes combinar a la perfección esta cerveza con quesos de sabor fuerte (gorgonzola, roquefort, etc.).
Cervezas oscuras y maltosas
Las cervezas oscuras y maltosas, como las Stout o las Porter, combinan muy bien con las carnes rojas asadas o ahumadas y los estofados. También se pueden maridar con postres que lleven chocolate o frutos secos.
La cerveza oscura y los quesos se suelen complementar muy bien. En este caso, los quesos más fuertes y añejos, tipo gorgonzola o cheddar, son la mejor elección, ya que intensifican sus cualidades. Recomendamos evitar los platos picantes y con mucho condimento.
Cervezas ácidas y afrutadas
El carácter ácido de las cervezas belgas lámbicas y gueuze realza y equilibra de forma exquisita el carácter de platos grasos, quesos cremosos y pescados ahumados.
Por otra parte, las cervezas afrutadas son perfectas para maridar con postres ligeros o ensaladas con frutas. Eso sí, hay que evitar la combinación con alimentos amargos o que lleven especias.
Otros factores a tener en cuenta en el maridaje de la cerveza
El sabor no es el único aspecto a tener en cuenta en el maridaje de la cerveza. Hay otros factores que debemos considerar y que pueden ser fundamentales en muchos casos. Conocer los estilos de cerveza es la mejor forma no solo de saber qué alimentos combinan con la cerveza de tu elección, sino de crear maridajes propios a tu gusto.
Contraste y complementación
A la hora de maridar una cerveza, hay que buscar complementar a la perfección los sabores y texturas. En este sentido, la regla no oficial establece que una cerveza tostada irá bien con una carne asada, mientras que una cerveza con notas caramelizadas se complementa mejor con postres o sabores parecidos.
Es por esto que al igual que se suele buscar combinar cerveza y alimentos de perfiles similares, se puede hacer lo contrario. La maridación por contraste consiste en combinar cerveza y alimentos opuestos, de forma que se equilibren mutuamente. Un ejemplo sería una cerveza amarga con un postre dulce.
Lugar de origen de la cerveza
La zona de procedencia de la cerveza a veces es un aspecto importante en el maridaje. Por lo general, una cerveza alemana o belga se complementará mejor con un plato tradicional de su país correspondiente. No obstante, no en todos los casos es así.
En definitiva, el maridaje de la cerveza es un arte que se emplea para experimentar una gama más amplia de sabores y experiencias. La elección de una cerveza adecuada crea un equilibrio perfecto para que los comensales puedan quedar mucho más satisfechos. De hecho, hay una enorme diferencia gustativa entre un óptimo maridaje y uno menos acertado.
Lo más recomendable será experimentar con distintas cervezas y platos para explorar y apreciar la complejidad de sabores y texturas. Recuerda que la cerveza es una de las bebidas más versátiles del mundo, por lo que las posibilidades de maridaje son casi ilimitadas.
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