Fuentes del caso informaron a Efe de que la acusada V. S. G, pareja de un imputado que sigue en prisión, declaró que sus huellas pueden estar en los paquetes de yeso y harina usados para hacer el cambio porque llegó a la cocina de su casa con las bolsas de la compra y apartó los paquetes que se encontró sobre la mesa.
Afirmó que no participó en ningún momento en la elaboración de los paquetes de yeso y harina que luego aparecieron en lugar de los alijos originales en los depósitos oficiales de la Jefatura de Policía de Sevilla.
Según aseguró, confesó en sus primeras declaraciones porque hicieron un “pacto con la Policía para que a ella no le pasara nada” y porque estaba asustada tras acudir varios policías a su vivienda a las 4 de la madrugada para detener a su compañero.
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