La jueza de la Audiencia Nacional María Tardón ha pedido a las autoridades de Israel que remitan toda la información que hayan recabado sobre la autoría y reivindicación del ataque perpetrado por la organización terrorista Hamás el 7 de octubre, en el marco de la investigación sobre el asesinato de dos españoles.
La magistrada asume que quizá pueda "resultar inviable el esclarecimiento de los hechos y determinar su concreta autoría", si bien ha decidido agotar "todas las posibilidades de investigación" acerca de los crímenes de la joven hispano-israelí Maya Villalobo Sinvany y del ciudadano vasco Iván Illarramendi en dicho ataque.
Rechaza así la solicitud de archivo cursada por la Fiscalía y accede, a petición de varias asociaciones de víctimas del terrorismo, practicar nuevas diligencias de investigación y, en concreto, solicitar asistencia judicial a las autoridades israelíes para que aporten toda la información de la que dispongan sobre el ataque.
Lo hace, según explica en su auto, porque el derecho a la información es uno de los más básicos de la víctima y eso debe llevar a agotar todas las posibilidades, recabando cuantos datos puedan aportarse por las autoridades judiciales israelíes competentes.
Todo ello a pesar de que Tardón reconoce que, como sostiene el fiscal, los informes policiales enmarcan lo ocurrido en un contexto de incertidumbre informativa propia del tipo de acciones violentas y escenarios de guerra, y sin perjuicio de que finalmente se tenga que acordar el archivo si no se obtiene un resultado positivo sobre las circunstancias en las que se produjeron las muertes de los ciudadanos españoles, así como su posible autoría.
Al solicitar el archivo, la Fiscalía argumentó que la autoría de Hamás es clara y que no se puede determinar ni atribuir las muertes a una persona en concreto.
La jueza María Tardón abrió la causa el pasado 11 de octubre tras recibir un informe policial que informaba de la desaparición de los dos ciudadanos españoles y de la mujer de uno de ellos tras las acciones terroristas sucedidas los días 7 y 8 de octubre.
Illarramendi, natural de la localidad guipuzcoana de Zarautz, vivía desde hace unos años con su mujer chilena en un kibutz situado a dos kilómetros de la franja de Gaza, que fue asaltado el pasado día 7 de octubre.
Él y su esposa fueron asesinados en el kibutz Kissufim, hecho que se conoció un mes después del asalto y que confirmó que no habían sido secuestrados como se había barajado.
La otra joven española desaparecida era Maya Villalobo Sinvany, una sevillana de 19 años y con doble nacionalidad, que en el momento del asalto se encontraba en la base de Nahal Oz, también cerca de la frontera con Gaza, haciendo el servicio militar.
Cinco días más tarde de su desaparición, el Ministerio de Exteriores confirmó su muerte.
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