Aunque como dice la canción veinte años no son nada, "y mucho menos para un museo", durante este tiempo se ha conseguido convertir el Reina Sofía "en un museo realmente importante", en opinión de su director, Manuel Borja-Villel.
En una entrevista con Efe, el director de la institución señaló que el Reina es "muy joven y más si se considera que los grandes museos tienen más de cien años. Además -añade- es un centro que partió prácticamente de nada".
En este tiempo se han conseguido edificios extraordinarios, "como el Palacio de Velázquez o Sabatini", y se ha logrado formar "una colección importante que se encuentra, sin duda, entre las diez mejores del mundo".
Además, se ha asentado una trayectoria e independizado el museo de los vaivenes políticos "y todo esto ha sido el trabajo de una serie de directores y de políticos", destaca Borja-Villel.
"Creo que en estos veinte años se ha conseguido un museo realmente importante que tiene un sentido aquí y goza de carácter internacional", afirma.
Para celebrar este aniversario qué mejor acontecimiento que la apertura de la segunda fase de la reorganización de la colección emprendida por Manuel Borja-Villel el pasado año con el replanteamiento de toda la estructura de la colección.
Con más de 4.000 metros cuadrados, que suponen triplicar el espacio, y aproximadamente mil obras de las que más de un sesenta por ciento no se exhibía habitualmente, el próximo martes la Reina Sofía inaugurará en la cuarta planta del museo este segundo tramo correspondiente a los años 40, 50 y 60 y denominado "¿La guerra ha terminado?. Arte en un mundo dividido (1945-1968)".
"Va desde final de la Guerra Civil, con el 'Guernica', hasta mediados de los sesenta, periodo histórico muy concreto en el que ocurren cosas muy importantes", explica el director.
En este periodo se produce uno de los momentos cumbres de la pintura "en un panorama de fortísimas tensiones continuas que asientan las bases del mundo en que vivimos y por ello es un periodo fundamental", precisa.
Un momento relevante del nuevo recorrido es el que trata la pintura norteamericana, "que era muy residual en las colecciones del museo".
"Hemos tenido la suerte de contar con donaciones y depósitos y se exhiben obras muy importantes de Clyfford Still, Franz Kline además de las de Rauschenberg, Christo o Tomlin. El museo tiene obras muy destacadas de ese momento", resalta Borja-Villel.
En la nueva reordenación propuesta por el director destaca, asimismo, "la reivindicación de figuras que están un poco al margen de toda esta historia como son, en el ámbito español Alberto Greco y en el internacional una figura muy importante que está muy bien representada en el museo como es Georges Brecht".
Los nuevos espacios mostrarán una mejor y más completa representación del informalismo en España, con Tàpies, Saura, Millares, y de la figuración con Arroyo, el Equipo Crónica y el Equipo Realidad. "Ahora hay posibilidad de contar las complejidades de este periodo histórico lo que antes no era posible", señala Borja-Villel.
En los próximos dos años, el director del Reina Sofía espera poder tener "toda la colección replanteada y con obras muy importantes".
"Se van cumpliendo los pasos que el nuevo equipo nos habíamos marcado desde el principio" para lograr que el Reina Sofía sea el gran museo de referencia en el siglo XXI, añade.
En estos pasos al frente del museo, y cuando está a punto de cumplir tres años como director, Borja-Villel ve realizados también sus deseos respecto a las exposiciones temporales.
En su opinión, las muestras "están llegando a un nivel sustancial de complejidad, novedad e interés científico y, además, se están internacionalizando".
"Las exposiciones del Reina están empezando a viajar por todos los sitios. Hay un gran interés por lo que se está haciendo aquí", destaca.
Otro factor importante es el número de visitantes, que sigue creciendo. "Esperamos que este año llegue a dos millones trescientos mil, frente al millón y medio del año 2007", explica el director.
Y todo este trabajo con unos presupuesto más reducidos. "La realidad es la que hay y no sirve para nada quejarse ni creo que sería justo hacerlo", indica.
"Se nos está tratando bastante bien, ya que en dos años los recortes han sido de un 16 por ciento. El Reina Sofía es un museo muy querido y ha habido importantes donaciones y prestamos que nos han permitido montar esta parte de la colección en plena crisis", concluye Borja-Villel.
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