La Asamblea General Extraordinaria de Vox ha proclamado este sábado como presidente del partido a Santiago Abascal, por cuarta vez consecutiva en los diez años de vida de la formación, en un trámite sin necesidad de votación alguna ante la ausencia de competidores por el puesto.
El líder de Vox fue elegido presidente del partido por primera vez en septiembre de 2014, tras derrotar en una votación abierta a la militancia al empresario Ludovico López Cadé. Fue reelegido dos años después, en marzo de 2016, y ya con un aplastante apoyo de los afiliados, un 98% de los votos. Y de nuevo en marzo en 2020, cuando, como ahora, no fue necesario votar al carecer Abascal de adversario. Así, permanecerá en el cargo hasta 2028.
El congreso interno estaba previsto para marzo de este año, pero Abascal decidió adelantarlo para, según explicó, encarar este 2024 electoral --habrá comicios en Galicia, País Vasco y al Parlamento Europeo-- con la remodelación orgánica ya acometida.
Sin embargo, el movimiento de Abascal fue interpretado por algunos sectores críticos como una forma de blindarse como presidente, ya que un margen de unos veinte días hacía prácticamente imposible a cualquier afiliado reunir los más de 3.600 avales necesarios para competir.
El único nombre que sonó como posible rival de Abascal fue el del portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, pero no dio el paso. Así, el actual líder de Vox fue el único que anunció formalmente su candidatura y consiguió recabar los avales necesarios. El partido decidió no celebrar votación.
CÚPULA CON CARAS NUEVAS
Junto a Abascal, la Asamblea General Extraordinaria ha ratificado la propuesta de Abascal para remodelar el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), la dirección de Vox. El actual secretario general, Ignacio Garriga, se queda como único vicepresidente, mientras que relega como vocales a los otros tres que había; Ortega Smith, el eurodiputado Jorge Buxadé y la diputada Reyes Romero.
Los vocales pasan de cinco a 17. A Ortega Smith, Buxadé y Romero se unen caras nuevas, figuras al alza a nivel nacional y otras ligadas al poder territorial que Vox ostenta desde las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y que obliga a actualizar el organigrama en consonancia con el poder que la formación acumula en las regiones.
Son la portavoz en el Congreso y el secretario general del grupo parlamentario, Pepa Rodríguez de Millán y José María Figaredo, además de los vicepresidentes de Castilla y León; Juan García-Gallardo; Murcia, José Ángel Antelo; la Comunidad Valenciana, Vicente Barrero; y Aragón, Alejandro Nolasco. También ha introducido al portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Murcia, Luis Gestoso, y a la presidenta de las Cortes Valencianas, Llanós Massó.
Se mantienen Rocío de Meer, Enrique Cabanas y María Ruiz y sale Pedro Fernández, mientras que entran la actual directora de Comunicación de Presidencia y jefa de prensa del grupo parlamentario, Rosa Cuervas-Mons; la vicesecretaria de Acción de Gobierno, Montserrat Lluis; y la diputada Blanca Armario.
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